El presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), Oswaldo Canales, dijo que ante la pandemia del COVID-19, la Iglesia no ha sido indiferente por lo que pide a los hondureños no dejar de vacunarse.
Ante el rotundo éxito obtenido en la Vacunatón el fin de semana anterior durante la cual se lograron inmunizar contra el coronavirus a más de 126 mil personas (la meta era 75,000) en el Distrito Central y los 27 municipios restantes de Francisco Morazán (FM).
El gobierno anunció que la actividad se extenderá a siete departamentos del país el sábado y domingo próximos.
En ese sentido, el Vacunatón se llevará a Comayagua, Cortés, Choluteca, El Paraíso, La Paz, Olancho, Valle y San Pedro Sula.
Al respecto, Canales dijo que “hemos estado trabajando en el tema de la vacunación, porque hay algunos sectores que están desarrollando campañas a través de las redes sociales en contra de la inmunización”.
Mensajes
“Algunos mensajes negativos pueden hacer mella en ciertas personas, en el sentido que la vacuna es el sello del anticristo y que incluso causa efectos adversos cuatro meses después de haberla recibido, lo que es falso”, agregó.
“Nosotros siempre hemos insistido a nuestra feligresía y al pueblo hondureño que tienen que vacunarse y poner oídos sordos a esas campañas de desinformación”, señaló el pastor Canales.
“Nosotros hemos recibido muchas vacunas a lo largo de nuestras vidas, contra varias enfermedades y no nos han causado ningún daño, más bien nos han fortalecido, por eso la Iglesia siempre ha hecho conciencia de la necesidad de contar con las dosis indicadas para hacer frente al COVID-19”, subrayó.
“Precisamente, la semana pasada sugerimos a unos pastores que bajaran la asistencia de personas a sus iglesias mientras se controla el alto brote de casos de COVID-19 en algunos sectores y se procede a vacunar a la mayor cantidad de hondureños”, manifestó.
“La Iglesia Evangélica estuvo un año sin brindar servicios presenciales en los templos y los reanudamos en noviembre, aunque utilizamos las redes y otros medios para no perder contacto con los feligreses”, recordó.
“En nuestra Iglesia caben 550 personas, pero a cada culto se permite el ingreso de unos 120 feligreses, alrededor de un 20% y con estrictas medidas de bioseguridad a fin de evitar un contagio masivo”, concluyó.
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