LOS ÁNGELES, California.- Ni siquiera el peligroso brote de coronavirus, que mantiene en sus casas a miles de familias en todo el país, ha detenido los operativos del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
Sus agentes ahora buscan a los indocumentados que están en su lista negra protegiéndose con cubrebocas, guantes, gel desinfectante y preguntando a los migrantes si están enfermos.
Así lo hicieron durante una operación que realizaron este lunes en un vecindario hispano de Los Ángeles, donde arrestaron a un hombre de 56 años condenado por herir a una persona mientras manejaba borracho (DUI) y a otro que cometió una agresión sexual.
Al primero le preguntaron si estaba enfermo y lo esposó un oficial que usaba guantes negros. Ambos fueron puestos en el asiento trasero de un auto de ICE y llevados a una cárcel migratoria.
Estas detenciones fueron documentadas por reporteros del diario Los Angeles Times que acompañaron a un equipo de búsqueda de indocumentados fugitivos. “Nuestro trabajo no es un trabajo que se pueda hacer a la distancia”, dijo a ese medio David Marin, director de operaciones de ICE en Los Ángeles, agregando que los oficiales están tomando las medidas necesarias para no contraer ni propagar el virus.
«Estamos aquí tratando de proteger al público sacando a estos extranjeros criminales de la calle y fuera de nuestras comunidades (…) Solo tenemos que seguir con el mismo plan que hemos estado haciendo», enfatizó el funcionario al mismo medio.
Un vocero de ICE dijo a Univision Noticias que no tenía cifras disponibles sobre la cantidad de personas que han quedado bajo su custodia en los últimos días.
El jueves, un día antes de que el presidente Donald Trump declara emergencia nacional para mitigar la creciente crisis del coronavirus, oficiales de ICE realizaron dos operativos en California en los cuales arrestaron a dos asiáticos en Los Ángeles acusados de fraude migratorio organizando bodas falsas y a seis pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13) que aterrorizaron un barrio de San Francisco.
El viernes, la agencia detuvo a por lo menos dos padres cuyos hijos acuden a escuelas de Denver, en Colorado. Un arresto ocurrió cerca de la preparatoria Lincoln, en el sur de la ciudad; el otro mientras una madre se dirigía a recoger a sus hijos en una escuela del barrio Swansea, informó el diario Denver Post.
Esto ocurre mientras escuelas, bibliotecas, restaurantes, bares, gimnasios, cines, salas de conciertos y otros lugares públicos permanecen cerrados en todo el país para hacer frente a la pandemia del coronavirus.
El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo el martes que es posible que los estudiantes no regresen a los planteles por el resto del año escolar.
Por su parte, miles de personas ahora trabajan desde sus casas y muchos otros se resguardan en sus hogares sin ganar un centavo.
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