Tegucigalpa. El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) Juan Carlos Sikaffy, advirtió que un cierre de la economía sería fatal para el país.
Varios sectores han demandado al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) que autorice el retorno a la circulación por dígitos en algunos sectores en donde el COVID-19 reporta un repunte tanto de casos como de fallecidos. En algunos municipios ya se restringió la circulación.
No obstante, la designada presidencial, María Antonia Rivera, advirtió ayer que “no es cerrando la economía como vamos a solventar el problema de salud que registra el país por el COVID-19”.
En ese sentido, el empresario aclaró que “no hemos sido informados sobre un posible cierre, pero la misma Tegucigalpa, está pasando con un pronunciado auge en los contagios del COVID-19”.
Red
“En el centro de triaje que tiene el COHEP con la Alcaldía capitalina, se registra una positividad del 40% de casos de coronavirus lo que sí es preocupante, por lo que debemos redoblar las medidas de bioseguridad”, sugirió.
De igual manera, aseguró que “hay que pedirle a la Secretaría de Salud más eficiencia en la distribución de la vacuna, pues nosotros hemos puesto a disposición una red de 800 farmacias a nivel nacional que pueden convertirse en centros de inmunización de las personas”.
“Sin embargo, definitivamente, un cierre sería fatal para el país porque venimos de una pandemia y dos huracanes Iota y Eta que destrozaron la economía que decreció un 10% del Producto Interno Bruto (PIB)”, afirmó.
“Por lo menos, se ha perdido un millón de empleos y hay dos millones de personas que trabajan por cuenta propia y enfrentan serios problemas de ingreso que no logran alcanzar los mínimos estándares”, expresó.
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