El país asiático está sufriendo un nuevo rebrote que ya se ha extendido por 14 provincias. En palabras de Mi Feng, portavoz de la Comisión Nacional de Sanidad, se trata de “una situación grave y compleja” y además hay una “alta proporción de casos graves” entre los pacientes diagnosticados con COVID-19.
Tal y como ha asegurado Mi Feng, “la situación epidémica se está desarrollando rápidamente”, afectando especialmente a las personas mayores de 60 años, que ya superan el 40% de los casos detectados.
Ante tal evolución y rápida expansión del virus, las diferentes provincias afectadas no han tardado en tomar decisiones para tratar de atajar este nuevo rebrote de contagios. Así, han procedido a limitar la movilidad entre las ciudades, han recomendado permanecer a la población en sus casas y se han puesto en marcha test masivos entre la población para detectar el mayor número de casos posible.
Por ejemplo, en la capital, Pekín, actualmente existen al menos 39 casos activos de COVID-19, por lo que la ciudad ha restringido la entrada de personas procedentes de zonas que estén sufriendo rebrotes. Asimismo, se ha decretado el cierre de locales de ocio en algunos distritos de la urbe.
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