China confinó una ciudad en su frontera con Myanmar e implementó pruebas masivas para cientos de miles de residentes, luego de que dos ciudadanos del vecino país que ingresaron ilegalmente a territorio chino fueron diagnosticados con covid-19.
Los dos casos importados fueron identificados entre un grupo de seis personas que cruzaron la frontera ilegalmente hacia la ciudad de Ruili en la provincia de Yunnan, suroeste de China, el 3 de septiembre. Los dos pacientes fueron diagnosticados con covid-19 el domingo, según el gobierno de Ruili.
Las autoridades ordenaron un cierre en toda la ciudad, les dijeron a todos los residentes que se pusieran en cuarentena en sus hogares y anunciaron un programa de pruebas masivas de tres días para sus 200.000 residentes.
Hasta el martes, la ciudad había recolectado muestras de ácido nucleico de 60.000 residentes, según el secretario del Partido Comunista de Ruili, Gong Yunzhun.
Las autoridades de Ruili también prometieron intensificar los controles fronterizos y tomar medidas enérgicas contra las entradas ilegales.
Myanmar se ha enfrentado a un aumento de las infecciones por coronavirus desde finales de agosto. El país ha reportado un total de 3.636 casos y 39 muertes, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.
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