La farmacéutica Sinopharm está desarrollando su propia vacuna contra la COVID-19 al usar tecnología de ARN mensajero, ya que se ha convertido en la primera casa china en buscar este tipo de dosis contra la enfermedad. China administró la vacunación completa al 69 % de su población meta.
El país distribuye dosis a la población desde los tres años con sus propias vacunas. El fármaco de Sinopharm cuenta con la aprobación de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ahora, la empresa usará el ARN mensajero, ya que la tecnología empleada por el momento consiste en el virus inactivado.
El ARN mensajero contiene instrucciones genéticas que instruyen a las células para crear sus propias proteínas que potencian el sistema inmune. «The Financial Times» reportó que con el interés de Sinopharm en esta tecnología se abriría un nuevo campo de estudio para las vacunas.
Están tratando de desarrollar estas vacunas de próxima generación porque con las de primera generación, se debería contar con un refuerzo y podría ser que se necesite hacerlo regularmente, dijo Jin Dong-yan, virólogo de la Universidad de Hong Kong.
BioNTech, la farmacéutica alemana que está colaborando con la distribución con sus socios Pfizer y Fosum Pharma para ofrecer su vacuna de ARN mensajero también tiene interés en el mercado chino. Zhu Jingjin, el secretario del Partido Comunista Chino para el Grupo Nacional Biotec de China, una unidad de Sinopharm, declaró que además de esta nueva apuesta están interesados en aprobar una vacuna que sea de proteínas recombinantes de amplio espectro, que están dirigidas a la proteína spike del SARS-CoV-2.
Esta parte está en ensayo clínico. Para esta dosis se han completado dos ensayos clínicos, informó «The Financial Times». La casa china ya ha demostrado su efectividad contra las variantes existentes de la COVID-19. Además de esta, está disponible CoronaVac, de Sinovac. Esta también cuenta con la aprobación de emergencia de la OMS y puede ser distribuida con el mecanismo COVAX para el acceso equitativo a las vacunas. Ambas circulan en más de 100 países. Sinopharm ha demostrado su capacidad para reducir el peligro de muerte y hospitalización por la COVID-19.
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