La información oficial del organismo dependiente del ministerio de Agricultura chileno, el SERNAPESCA, mantuvo la calma ante la determinación de China de suspender durante una semana la importación de centolla proveniente de Chile. Esto, según se advierte, por el hallazgo de COVID-19 en sus envases, lo que podría provocar algún tipo de contagio si no se aplican los protocolos adecuados.
“El virus se halló con base a muestreos aleatorios que la aduana china realiza al ingreso de todos los productos importados. Se realizan muestras de los embalajes para PCR de coronavirus”, aclaró la directora de SERNAPESCA, Alicia Gallardo, a medios locales.
La presencia de SARS-CoV-2 en los envases de un lote de centolla habría sido detectada en una partida de este producto que fue enviada al país asiático en octubre. De esto, y tras su llegada a territorio chino, los productos fueron analizados y el pasado sábado la Administración General de Aduana de China (GACC) notificó a la embajada de Chile en Beijing sobre la detección de una muestra de patógeno y anunció la suspensión de la actividad comercial con la empresa chilena afectada, la Pesquera Isla Del Rey, ubicada en Los Ríos, a 800 kilómetros al sur de Santiago.
Según los informes recabados, el SERNAPESCA notificó que la empresa en cuestión registró dos casos de COVID-19 positivo en dos de sus operarios de planta durante noviembre, pero ninguno entre junio y septiembre, precisamente el período de elaboración de las partidas supuestamente afectadas.
El organismo además aclaró que “el origen del contagio de los operarios fue fuera de la planta, ambos cumplieron con las cuarentenas establecidas por el Ministerio de Salud y no generaron nuevos contagios en la empresa”. Asimismo, agregó que el embalaje fue desinfectado antes y después de la carga con amonio activo cuaternario, un principio “de reconocido efecto contra el coronavirus”, y que no hay antecedentes de que el lote sellado fuera abierto hasta llegar al destino”. La información que provino desde la empresa aludida como la responsable de la contaminación, contrasta con la determinación de suspensión, ya que se interpreta como que de ser cierto que existe presencia de COVID-19 en los envases, estos pudieron ser contaminados en el proceso de traslado y llegada a China.
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