“Son medidas necesarias si no queremos que la pandemia se extienda de nuevo y colapse el sistema sanitario”, justificó el presidente interino de la región, Pere Aragonès.
A estas restricciones en la actividad de restaurantes, el ejecutivo catalán sumó la solicitud a la ciudadanía de reducir al máximo la movilidad fuera de su domicilio, restringir los encuentros sociales y optar por el teletrabajo siempre que sea posible.
“La limitación de la actividad es la única forma de cortar de raíz los riesgos en esos espacios donde la practica social hace que se produzca una mayor relajación, contribuyendo a la propagación de la pandemia”, añadió Aragonès.
En aras de ayudar a un sector embestido por la pandemia, el gobierno catalán prevé aprobar el próximo martes medidas de ayuda a los restaurantes, con una dotación equivalente a 47 millones de dólares.
Estas restricciones llegan cuando la región registra una positividad en las pruebas diagnósticadas de covid-19 superior al 8%, mientras que “el máximo recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) es el 5%”, recordó Aragonès. Además, la incidencia acumulada de infectados en los últimos 14 días se sitúa alrededor de los 279 contagios por cada 100.000 habitantes, 16 casos por encima de la media nacional.
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