Cardenal Rodríguez pide abandonar “el virus de la soberbia y falta de solidaridad”  

Cardenal Rodríguez pide abandonar “el virus de la soberbia y falta de solidaridad”  

El cardenal Oscar Rodríguez, en la eucaristía del Domingo de Ramos, pidió hoy al pueblo hondureño, “abandonar el virus de la soberbia y la falta de solidaridad», a fin de socorrer a las víctimas del Covid 19.

El jerarca religioso inauguró este día en la basílica menor de Suyapa, las celebraciones de Semana Santa con una atípica misa sin feligreses ni procesiones, para dar cumplimiento a lo establecido por las autoridades sanitarias del país.

Los protocolos de bioseguridad prohíben las aglomeraciones de personas a fin de impedir la propagación de la letal pandemia que azota al mundo entero.

En ese orden, Rodríguez admitió que en estos días “hemos visto tan bellos gestos de solidaridad y de preocupación por el más necesitado”.

“Pero tristemente hay otro virus peor que el Covid 19, el cual es necesario abandonar de inmediato y “es el virus de la soberbia, egoísmo, de la falta de amor y solidaridad”, denunció.

Odio

“Nos hemos enterado con mucho dolor que incluso algunos familiares le niegan la entrada a sus casas a algunos de sus miembros que llegan quizás de trabajar de las maquilas”, refirió.

Dijo que no hay ninguna prueba que ese obrero esté contagiado, “pero eso es un gesto contra Cristo y es un gesto anti Semana Santa”.

“Señor perdónales porque sí saben lo que hacen. Están negando el amor, la compasión y están negando la misericordia”, subrayó el Arzobispo de Tegucigalpa”.

“Cómo pueden pretender que Dios les libre de ese contagio, si están contagiado de odio, están contagiados de rechazo del prójimo”, sentenció.

No obstante, agradeció a los empleados de Salud, médicos, enfermeros, militares, policía y miles de voluntarios, “que se han tocado el corazón para ayudar al pobre en las comunidades más necesitadas”.

“Pero hay de aquellos que se van a presentar ante Dios con las manos vacías, peor todavía con las manos llenas de odio, traición y de sangre como el pobre Judas”, concluyó.

 

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