El Arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez, advirtió en la homilía dominical que Jesús no podrá transformar Honduras, sino nos abrimos a la verdad, a la justicia y a la libertad.
Asimismo, sugirió que “debemos desterrar todo ese tipo de maniobras que lo único que hacen es querer adueñarse del poder no para servir, sino para servirse”, dijo.
“Tantas personas viven como si el señor Jesús no existiera o no existió. Entonces el señor en ese momento cita un comentario bien conocido: no desprecian a un profeta más que en su patria”, señaló.
“Jesús se siente despreciado por los suyos, cuantas veces sucede lo mismo en muchos países, pueblos y ciudades, incluso en nuestra Honduras”, se quejó el conductor de la grey católica.
“Cuantas personas no aceptan al señor Jesús, no aceptan a su santa ley de amor y viven en la violencia, en la muerte, en la mentira, en el robo, indiferentes a la novedad del mensaje del evangelio”, afirmó.
“Ese es el problema, por eso vivimos encerrados en el círculo vicioso de la corrupción y solamente volviendo a Jesús podríamos encontrar caminos para vencer ese mal”, agregó.
Milagros
“Debemos cultivar nuestra autoestima cuando escuchamos algunos comentarios en los medios de comunicación social, en el sentido que Honduras es lo peor del mundo. Si alguien destaca ya aparece en las redes sociales tanto desocupado sólo para insultarlo y denigrarlo”, deploró.
“Jesús no puede hacer milagros ahí en su tierra, tropieza con la incredulidad obstinada. Jesús no podrá transformar Honduras sino abrimos nuestro corazón a la verdad del evangelio, a la justicia y a la libertad”, reiteró.
El prelado aseguró que “Jesús no solamente cura con la palabra, sino además por medio del tacto. El principal de los cinco sentidos es el sentido del amor que implica la proximidad y la ternura del señor Jesús”.
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