El arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez, dijo hoy en la homilía dominical que el único salvador de Honduras es Jesús y no “maniobras políticas”.
De esa manera, el cardenal detalló que el pueblo hondureño será salvo cuando aceptemos a Dios como nuestro salvador.
“Honduras se salvará cuando aceptemos al Señor, a su amor y a su santa ley, que Dios bendiga sí, a nuestra Honduras, pero no con palabras vacías, sino con hechos de conservación y aceptación de la santa ley”, aseguró.
En ese sentido, Rodríguez subrayó que ningún ente político u hombre podrá salvar al país de la actual crisis por Covid-19.
“Los salvadores de Honduras no serán ninguno de los seres humanos, el único salvador de Honduras es Jesús, nuestro redentor, no pensemos que con maniobras políticas Honduras se salvará”, reiteró.
Del mismo modo el líder religioso enfatizó en que a pesar de las restricciones en el país, sigue el narcotráfico y asesinatos.
“Hoy tenemos que tomar en serio esta palabra del Señor Jesús y quiero que la oigan a aquellos que tienen oídos sordos y los que siguen alborotados trasegando droga. Parece mentira, estamos probados con esta pandemia y siguen las avionetas, los transportes de droga, los asesinatos y masacres de jóvenes, cómo querernos librarnos de una pandemia cuando seguimos llevando adelante otras pandemias peores”, puntualizó.
Para el cardenal católico, “la vida es sagrada, nadie la puede quitar, aunque se llame capo de droga, capo de pandilla, nadie tiene licencia para matar por eso esta palabra de Dios es muy fuerte”.
Además, Rodríguez agregó que las cosas vanas quedan en este mundo, más las cosas espirituales perduran por siempre.
“De que le sirve al hombre ganar todo el mundo si malogra su vida, por eso hoy delante del Señor Jesús queremos renovar la actitud de discípulos y ponernos al seguimiento de Cristo y descubrir la verdadera alegría que nadie nos podrá arrebatar”.
De esa forma, reiteró que cada cosa tiene su lugar en el mundo, y que así debe ser llamado y señalado, más no quitarle el puesto a las demás cosas.
“Que el señor desde la cruz motive los corazones de nuestra Honduras que podamos convertirnos a él, que le demos a cada valor humano su propio puesto: al poder, al dinero y a la familia, en fin, a todos nuestros hermanos para que la patria sea mejor”, sugirió.
COMENTARIOS