Tegucigalpa. El Arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez, expresó en la homilía dominical, que «el mundo carece de vida por permitir hambre, violencia, políticas injustas y el desprecio a los migrantes”.
Consideró que “el don de la vida se ofrece a todo ser humano y se comunica la realidad humana de Jesús. Todos podemos comprender que la presencia de un amigo nos alimenta y nos da vida. Jesús es ese amigo que nos despierta a la vida”.
Aclaró que “no es sólo el pan de vida a través de su palabra, sino que nos da vida a través de su persona, de su cuerpo y su sangre”.
Pan
“Eso es lo que quiere decir, cuando exclama: el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo. Los cristianos creemos que la manera más auténtica de vivir como personas es la que nace de una relación viva con Jesús”, enfatizó.
“Todos sabemos que nuestra vida en este mundo termina, pero no se quiere aceptar cuando se vive una vida vacía o llena de cosas o llena de amor y de Dios”, señaló.
“La experiencia profunda de sentirse pleno y realizado como persona, sólo se da en el encuentro personal con Jesús y en el seguimiento de su estilo de vida”, planteó el conductor de la grey católica hondureña.
“Esa es una vida en profundidad, una vida en calidad y que no puede ser destruida por ningún virus, es una vida plena que nos trasciende”, destacó Rodríguez.
Para el jerarca religioso, “sólo el que tiene una relación vital con Jesús es el que logra una vida plena, pues unicamente el que coma de su pan vivirá para siempre”.
“Lo que nos quiere decir Jesús, es que sólo el que vive en relación con él, se realiza y se abre para una vida plena y feliz”, sentenció finalmente.
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