Tegucigalpa. El Arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez, cuestionó hoy en la homilía dominical el materialismo, consumismo e ideología de género que se da en la sociedad.
Ideología de género es una filosofía que propugna del matrimonio entre parejas del mismo sexo, es decir entre mujeres o entre hombres y el homosexualismo desde la niñez, según la misma Iglesia.
Rodríguez dijo que “de manera que no podemos dejar que eso entre en los corazones de los que creemos en Jesús, como si fuera el último grito de la moda”.
“Todo lo contrario, en este mes de agosto debemos profundizar las raíces de la familia cristiana. La familia es un proyecto de Dios y no es el proyecto de ninguna de las ideologías”, expresó.
“La familia no ha pasado de moda, ni pasará, pero aquellos que no han aprendido a valorarla y a vivirla, ojalá que puedan encontrar el verdadero proyecto de Dios que es un proyecto de santidad”, subrayó.
“Decíamos que en este mes de agosto queremos concentrarnos verdaderamente en orar y profundizar en el matrimonio y la familia”, sugirió.
Planteó que “a lo largo de este mes de agosto oremos insistentemente por la familia hondureña tan dañada, tan caricaturizada, para que descubriendo el proyecto que Dios tiene sobre los esposos, el padre y la madre y los hijos podamos mejorar una sociedad que parece vivir sin Dios”, enfatizó.
Sociedad
Cuestionó “a la sociedad porque parece vivir sin Dios, una sociedad en la que no se observan los mandamientos de la ley de Dios. Esta es una sociedad vacía que se quiere llenar de cosas, materia, politiquería y de poder”.
En ese sentido, hizo un llamado “a las familias cristianas que a lo largo de este mes podamos profundizar el proyecto de Dios para vivirlo con mayor intensidad”.
Por otra parte, comentó que “son muchas las personas para quienes lo más importante es disfrutar de más dinero, de más cosas y de más seguridad”.
“Quien posee una seguridad económica puede lograr el reconocimiento de los demás y supuestamente la felicidad; pero la sociedad del bienestar crea un modo de vivir tan superficial que nos deja una honda insatisfacción y una ausencia de sentido en la vida”, finalizó.
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