El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez, señaló este domingo durante la homilía dominical, que es lamentable que los enfermos por covid-19 sean discriminados y rechazados por la sociedad.
“Sociedad que rechaza al enfermo, pobre desvalido y migrante no es una sociedad cristiana, ciertamente tenemos que cuestionarnos”, apuntó.
Arguyó que ese miedo de la sociedad se debe a un gran vació por la falta de Cristo.
“Yo siento tristeza cuando veo que hay barrios que rechazan a los que están enfermos”, añadió.
«Aunque sea difícil el confinamiento, llevar la mascarilla y la distancia entre una persona y otra, es el esfuerzo que se debe realizar para tratar de frenar la pandemia», ACONSEJÓ.
Por otra parte, el cardenal también rechazó la corrupción y que tarde o temprana todos estos actos saldrán a la luz.
“Como se sufre cuando se quiere tapar la corrupción y todo eso tarde o temprano llega a descubrirse”, puntualizó.
Recalcó que se puede engañar a un tribunal, fiscalía y cualquiera de las instancias judiciales incluso se puede torcer la ley buscando impunidad.
Dijo que el que hace el mal debe pedir perdón y restituir lo que se ha robado o se quiere robar.
Vida
No obstante, reflexionó que “el miedo actual en general es el producto de un vacío en la sociedad porque falta Cristo, porque falta el sentido de la vida”,
“Pensamos a veces que nuestra sociedad hondureña es cristiana, pero a veces siento tristeza, cuando veo que aún hay barrios que rechazan a los que están enfermos”, sostuvo.
“Eso no es cristianismo, aquellos que incluso obstaculizan que en algunas casas de la Iglesia podamos ofrecerles un lugar a aquellos que se quieren recuperar, eso no es cristianismo, no se engañen”, advirtió el máximo conductor de la grey católica.
Reiteró en ese sentido, que “una sociedad que rechaza al enfermo, al pobre al desvalido y al migrante, no es una sociedad cristiana”.
Rodríguez señaló que “ciertamente tenemos que cuestionarla, ¿pero podremos vencer esta pandemia?, claro que podemos”.
No obstante, aclaró que “eso no será como algo mágico, sino que ciertamente como un esfuerzo, personal; el confinamiento cuesta, cuesta llevar la mascarilla y la distancia de unos a otros, ese es el esfuerzo que debemos hacer para vencer el mal”, sentenció.
Cita
«A veces siento tristeza, cuando veo que aún hay barrios que rechazan a los que están enfermos”.
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