El estado de California en Estados Unidos ha dado marcha atrás en su plan de reapertura de la mayor parte del territorio después de registrar el mayor aumento de casos de COVID-19 desde el inicio de la crisis sanitaria, con una media de 7.985 positivos diarios en la última semana.
Ante el incremento de positivos, las autoridades han decidido este lunes imponer medidas más restrictivas para frenar el ritmo de contagios en la mayor parte del territorio, por lo que el 94 por ciento de los habitantes del estado –aproximadamente 37 millones de personas– estarán en el nivel más estricto de la hoja de ruta trazada por el Gobierno estatal para enfrentar la COVID-19.
La estrategia de California establece diferentes niveles, con medidas más o menos restrictivas, basándose en el promedio diario de nuevos casos por cada 100.000 habitantes y el porcentaje de pruebas de detección realizadas.
Con esta nueva etapa, muchos negocios de los condados californianos tendrán que suspender o limitar su actividad en lugares cerrados. “Estamos viendo ahora transmisión comunitaria a lo largo de todo el Estado de California”, ha asegurado el gobernador, Gavin Newsom.
A esto ha añadido que “es el mayor incremento de casos que ha visto California desde el comienzo de esta pandemia”, según declaraciones recogidas por ‘Los Angeles Times’.
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