La agencia encargada de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus informó a través de su cuenta de Twitter de que Brasil comenzará con su desarrollo a partir del día 15 de enero, aunque toda su producción será enviada al resto de países de América Latina que ya han aprobado su uso, como Bolivia o Argentina, a la espera de autorización de la agencia brasileña del medicamento.
Las dosis de la vacuna rusa que producirá la farmacéutica brasileña Unión Química están a la espera todavía de recibir el visto bueno de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para poder iniciar los ensayos de la fase 3, cuando le es aplicada a la población para probar su efectividad y hallar posibles efectos adversos.
La falta de un plan de vacunación y los retrasos de muchas farmacéuticas en obtener los permisos por parte de Anvisa para el uso de emergencia de sus vacunas volvió a poner en el punto de mira al Gobierno del presidente, Jair Bolsonaro, al que se le acusa de presionar a esta agencia estatal, debido a su conocida falta de confianza en la efectividad de las vacunas.
“Algunos dicen que estoy dando un mal ejemplo. O son imbéciles, o son idiotas, quienes dicen que yo doy mal ejemplo, ya pasé el virus, ya tengo anticuerpos. ¿Por qué debería ponerme una vacuna?”, se preguntó hace un mes Bolsonaro, quien insistió en que “nadie” puede obligarle a vacunarse pues Brasil “no es Cuba o Venezuela”.
Quienes sí han logrado ya el visto bueno de Anvisa son las vacunas de la farmacéutica china Sinovac, que será desarrollada en el Instituto Butantán de Sao Paulo, después de que aterrice en Brasil en los próximos días una primera remesa de unas seis millones de dosis, así como la de Oxford, de la que se importará de India unos dos millones de dosis.
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