Boris Johnson reveló este viernes cómo proyecta la progresiva salida de la crisis del coronavirus. Si bien continuará la flexibilización de las estrictas medidas tomadas en marzo para evitar la propagación del virus, anticipó que, al menos en Inglaterra —Escocia, Gales e Irlanda del Norte podrían seguir un criterio diferente—, se podrían dictar confinamientos localizados en distritos en los que se produzcan rebrotes.
Uno de los datos más llamativos de la conferencia de prensa es la cautela con la que el primer ministro imagina el retorno a una vida más o menos normal. “Tengo la firme y sincera esperanza de que podamos revisar las restricciones pendientes y permitir una vuelta a la normalidad más significativa a partir de noviembre, como muy pronto, posiblemente a tiempo para la Navidad”, sostuvo.
Johnson anticipó además que dependerá de los empleadores discutir con los trabajadores si es seguro regresar a sus puestos de trabajo a partir del 1 de agosto. De todos modos, se dejará de lado la recomendación de no usar transporte público en Inglaterra.
“Queremos alentar a la gente a volver al trabajo si es seguro y siempre que los empleadores hayan hecho el trabajo que deberían para que sus lugares de trabajo sean seguros frente a la COVID-19, como ya lo han hecho tantas empresas en todo el país”, apuntó.
La mayoría de los lugares de ocio, incluyendo pistas de patinaje y casinos, junto a servicios de contacto cercano, como esteticistas, podrán reabrir a partir del 1 de agosto. Pero los clubes nocturnos permanecerán cerrados. Sí podrían volver las presentaciones artísticas con público en lugares cerrados. También se permitirán bodas con hasta 30 participantes y en otoño comenzará a ensayarse el regreso de espectadores a los estadios.
Pero quizás el anuncio más importante de este viernes es que el Gobierno invertirá 3.000 millones de libras (3.300 millones de euros) para dotar de más recursos al servicio nacional de salud (NHS), en previsión de una segunda ola de casos de COVID-19, que los científicos estiman que podría ser más grave que la primera. Según detalló Johnson, la financiación se destinará a mantener abierto, al menos hasta marzo, el hospital de campaña de Nightingale -creado para proveer de más camas al sistema sanitario-; mantener los tratamientos rutinarios de los pacientes y conseguir el objetivo de realizar 500.000 tests diagnósticos diarios en noviembre.
“La demanda de tests no es el único desafío que traerá el invierno. Es posible que el virus sea más virulento en esos meses y es seguro que el NHS enfrentará las presiones anuales que son habituales en invierno”, dijo el primer ministro en el despacho oficial de Downing Street. Un informe elaborado por varios asesores médicos del Ejecutivo ha alertado de que una segunda ola de coronavirus podría costar este invierno 120.000 nuevas muertes, por lo que opinaron que se deben mantener las actuales medidas de distanciamiento social y el teletrabajo.
La organización NHS Providers, que representa a las diferentes entidades dentro del sistema público de sanidad, afirmó que las inversiones anunciadas hoy no son suficientes para afrontar el “triple de presión” que se espera que soporte el sistema público, que al inicio de la pandemia acusó la falta de equipamientos de protección personal y pruebas diagnósticas. El subdirector de NHS Providers, Saffron Cordery, pidió “claridad urgente” al Ejecutivo sobre lo que cubrirán estos fondos y precisó que el sistema “necesita más que eso”. “Se debe recuperar el terreno perdido de los últimos cuatro o cinco meses y adoptar medidas para administrar la actividad adicional que siempre se produce en invierno”, indicó.
Para tratar de frenar el surgimiento de rebrotes, Johnson indicó que, a partir de mañana, las instituciones locales tendrán las competencias que les permitan implantar confinamientos parciales, que impliquen “la obligatoriedad de quedarse en casa, la prohibición de entrar o salir de áreas determinadas, la reducción del aforo de las reuniones o la restricción del servicio de transporte”. “Será duro para la gente que tenga que seguir estas medidas, pero debemos tomar acciones para controlar rebrotes locales”, destacó el dirigente conservador.
Con información de EFE
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