El laboratorio sueco-británico AstraZeneca intentará suministrar más vacunas al sureste asiático, que se enfrenta a un brote de covid-19 sin precedentes, en un contexto de críticas sobre la lentitud de la producción local en Tailandia.
En octubre de 2020, AstraZeneca firmó un acuerdo con las autoridades tailandesas para que su vacuna fuera producida localmente para Tailandia y ocho países vecinos, entre ellos Indonesia, Filipinas, Malasia y Taiwán.
El contrato se adjudicó a Siam Bioscience, propiedad del rey Maha Vajiralongkorn y que nunca había fabricado inmunizantes.
Se prevén 180 millones de dosis, una tercera parte para el mercado tailandés y el resto para la exportación.
A finales de julio, el laboratorio habrá suministrado “11,3 millones de dosis” para Tailandia, dijo el sábado en un comunicado James Teague, representante de AstraZeneca en el reino.
Las exportaciones aún no han comenzado, pese a que la región se enfrenta a la peor ola de contagios desde el comienzo de la crisis sanitaria.
Como resultado, AstraZeneca “explora las más de 20 cadenas de suministro de su red mundial de fabricación para encontrar vacunas adicionales para el sureste asiático”, precisó Teague.
Siam Bioscience rechazó comentar las informaciones sobre una insuficiente producción o sobre retrasos en las entregas.
Tailandia tuvo que cambiar su estrategia de vacunación para importar millones de dosis de vacunas chinas.
El descontento aumenta y cada vez más voces critican la lentitud de la campaña de inmunización, con sólo 5% de los 70 millones de tailandeses completamente vacunados.
Pero la mayoría evita hablar abiertamente de ello, ya que cualquier crítica al monarca puede conducir a una pena de tres a 15 años de prisión.
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