Tegucigalpa, 30 de diciembre. Según el asesor del Consejo Consultivo, Rubén Darío Sorto, la prudencia, disciplina y austeridad, deben prevalecer al finalizar este año y para arrancar con fuerza el 2021.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) registró para el 29 de diciembre, 120,912 casos de COVID-19, 56,580 recuperados y 3,111 fallecidos.
El empresario sugirió que “en la medida de lo posible hay que seguir usando las medidas de bioseguridad a fin de garantizar, en primer lugar nuestra salud, pues no tiene sentido salvar la economía sino salvamos la vida humana”.
“Sin embargo, la vida humana sin actividad económica y sin ingresos tampoco tiene mucho sentido, por tanto, se requiere un balance, un equilibrio entre ambas situaciones”, planteó el empresario.
Cierre
“Si bien es cierto, un cierre o un confinamiento no traen beneficios a la sociedad ni tampoco garantizan que vamos a detener el contagio del COVID 19, sí aseguran una pérdida económica, aunque ya de por sí este año ha sido dramático para el país”, manifestó.
“Una caída del 10% en el Producto Interno Bruto (PIB) es trágico, nunca lo habíamos visto en la nación, además las pérdidas por el orden de los 100,000 millones de lempiras por el COVID-19 y las dos tormentas Iota y Eta, también son dramáticas para todos”, afirmó.
En ese sentido, sugirió que “ambas cosas hay que saber manejarlas de manera disciplinada y casi sincronizada, es decir, un cierre no es bueno para la economía, pero tampoco la indisciplina de la población es positiva para el presente y futuro del país”.
“El hecho que la vacuna contra el COVID-19 venga en abril no significa que estamos fuera del riesgo, si consideramos la cantidad de contagios y de decesos que se han registrado a nivel global y local”, afirmó.
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