El presidente Juan Orlando Hernández aseguró hoy que continuará su lucha contra el narcotráfico hasta el último día de su Gobierno, cueste lo que le cueste, a la vez que desvirtuó las “acusaciones ridículas” que criminales confesos hacen en su contra.
“La Presidencia de Honduras tiene valores, principios, dignidad. No un precio. No he sido, no soy, ni seré amigo de ninguno de estos delincuentes, y continuaré mi lucha hasta el último día de mi Gobierno, cueste lo que cueste”, expresó el mandatario hondureño.
Hernández indicó que cuando inició en el Congreso Nacional la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico le advirtieron que enfrentar esos grupos criminales era un tema complicado y peligroso.
Sin embargo, aseguró que decidió enfrentar el reto para construir un mejor país y basado en los principios, el amor a su familia y a su patria tomó la decisión de enfrentar a esos asesinos confesos.
“Hoy en día considero que estoy pagando ese precio, mi familia está pagando ese precio. Esas calumnias que estoy recibiendo, calumnias basadas en testimonios de estos narcotraficantes a los que hemos capturado y otros que se han entregado porque sabían lo que les esperaba en mi Gobierno, tienen únicamente el fin de venganza”, señaló.
Afirmó que los resultados de su Administración en contra del crimen organizado y el narcotráfico hablan más que las palabras de asesinos confesos, que hoy, para lograr rebajas en sus penas y que les devuelvan sus bienes, o por venganza, son capaces de vender hasta su alma.
Aquí los hechos hablan más que las palabras, y claro está que Honduras no es ni sombra del país violento dominado por estos delincuentes, como sí lo era cuando empezamos esta lucha, declaró el mandatario.
“Pero a veces escucho historias tan ingenuas, ridículas, que realmente es sorprendente que algunas personas puedan avalar este tipo de historias fantasiosas, con guiones ingenuos y absurdos”, enunció.
Se mostró sorprendido de que las declaraciones de criminales, asesinos confesos, tengan la igualdad de credibilidad a la de un Gobierno, de una gestión, que a través de los hechos ha sido el único que ha tenido el valor de enfrentar estas estructuras en la historia del país, y de buscar la colaboración y ayuda del Gobierno estadounidense.
“Estamos claros que este es el precio que tenemos que pagar, pero déjenme decirlo alto y claro, que si pudiera retroceder el tiempo volvería a tomar las mismas decisiones sin ninguna duda; serian exactamente las mismas, porque hasta el día de hoy me niego a que Honduras sea un país de narcotraficantes. Quién dijo miedo”, expresó.
Cifras históricas
El Departamento de Estado de Estados Unidos calcula que desde 2014, cuando su Administración comenzó a desarmar los negocios de carteles de drogas, estos criminales han perdido más de 24 mil millones de dólares, informó el presidente Hernández.
Honduras redujo en un 83% el tránsito de droga por nuestro territorio en los últimos 6 años, de acuerdo a los informes oficiales del Departamento de Estado de los Estados Unidos, detalló.
El índice de asesinatos por 100 mil habitantes se redujo en cerca de 53 puntos, esto significó haberles salvado la vida a más de 75 mil compatriotas. Cerca del 90 por ciento de la violencia y pérdida de vidas en Honduras estaba ligado al tráfico de drogas, señaló.
“Ningún país del mundo ha logrado tanto en tan poco tiempo. En este esfuerzo tuvimos el acompañamiento de países amigos, de países que tenían responsabilidad compartida, aunque diferenciada, en el flagelo del narcotráfico”, dijo.
Hernández recordó la noche del jueves 19 de enero de 2013, cuando, en medio de amenazas, junto a otros diputados, aprobó la reforma al artículo 102 para permitir la extradición de hondureños involucrados en narcotráfico, crimen organizado y terrorismo.
Hoy en día 24 hondureños han sido extraditados y producto de las acciones del Gobierno en contra del narcotráfico y se obligó la entrega de otros narcotraficantes que están negociando condenas en los Estados Unidos.
Lucha sin precedentes
El mandatario hondureño también se refirió a la desarticulación de carteles del narcotráfico que operaban en el país, destrucción de pistas y narcolaboratorios, la transformación de la Policía Nacional y la creación de nuevas fuerzas policiales como la Policía Militar del Orden Público, Tigres, la Fuerza Maya-Chortí, la Fuerza Anti Maras y fuerzas anti secuestros y anti extorsión.
También destacó la creación de un Consejo de Seguridad y Defensa, con un trabajo articulado con el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia, y la creación de nuevas unidades policiales como la Dirección Policial de Investigaciones y la Agencia Técnica de Investigación Criminal para reducir la impunidad mediante el fortalecimiento de la investigación criminal.
Además, se desmantelaron las universidades del crimen en las que se habían convertido las prisiones, con la construcción de cárceles de máxima seguridad para dar castigos ejemplarizantes a los criminales.
“Seguiremos construyendo una Honduras de oportunidades para todos, con la transparencia como eje transversal de la gobernanza; es por eso que creamos la Secretaría de Transparencia, para lograr una gestión gubernamental más transparente, la cooperación de esta Secretaría con la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), es un legado de nuestra Administración que fortalecerá la lucha contra la corrupción y el narcotráfico en Honduras”, concluyó.
El mandatario hondureño se refirió a este tema durante su informe de gestión 2020-2021 en la instalación de la IV Legislatura del Congreso Nacional.
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