El arte aborigen australiano nos suele resultar muy interesante. Son artes creados en el aislamiento, lo que les han permitido su desarrollo cultural en soledad. Sin haber recibido contaminación ni influencia exterior hasta la llegada del hombre occidental, para cuando ya entonces, estaban muy asentadas y desarrolladas sus normas estéticas.
Por ello estas manifestaciones artísticas nos parecen extraordinariamente originales. Pues en su desarrollo, no han participado ninguno de los parámetros que influencian nuestro propio desarrollo cultural.
El Idioma Del Arte
El arte ha sido uno de los lenguajes con los que los humanos hemos podido comprender el universo. Es la herramienta con la cual los ancestros trasmitieron a las nuevas generaciones el conocimiento vital relativo a la creación del universo, al comienzo del saber y al origen de las leyes que rigen el mundo. Del mismo modo, los antepasados de los Martu (los primeros habitantes del Desierto Occidental) trasmitían las historias a través de una serie de símbolos que representan cosas como plantas comestibles y medicinales, senderos para caminar, terrenos de caza fértiles y personas.
Habiendo más de 500 grupos de clanes diferentes o naciones aborígenes repartidas por Australia, cada uno con su propio estilo artístico; su propio lenguaje.
Mirar una pieza de arte indígena australiano es leer una historia sobre la tierra. Tal vez cubra los primeros encuentros con los colonizadores, mapee los senderos nómadas o sirva como guía para las prácticas tradicionales de caza y los rituales de quema de tierras. Del mismo modo, podría contar una historia sobre serpientes, larvas de brujas y flores púrpuras del desierto. Sobre lagos salados, dunas de arena y antiguas vías fluviales subterráneas.
El arte aborigen anterior a la colonización europea, ha ido evolucionando hasta transformase en arte aborigen australiano contemporáneo. Manteniendo el movimiento gestual de las pinturas, recordando la forma en que sus antepasados dibujaban mapas y símbolos similares con un palo en la arena y sobre todo con un trasfondo mitológico que mantiene una fuerte conexión espiritual.
Muchas de las piezas de Martu son paisajes a vista de pájaro que representan los hábitats, la fauna y la flora que sustentan el paisaje físico y cultural de su identidad. Incluyen sus lugares sagrados, prácticas culturales y medios de vida tradicionales.
Los Artistas Contemporáneos de Martu.
Hoy en día existen varios centros de arte en Australia como El Centro de Artes Martumili en la ciudad de Neman, que protege, educa y representa a una gran cantidad de artistas que viven en comunidades remotas. Esto es necesario ya que el inglés no es el primer idioma de muchos indígenas australianos. Y es particularmente importante para la gente de Martu que solo tuvo el primer contacto con los australianos blancos en 1964.
El centro de artes actúa como un facilitador para las personas que continúan la tradición de arte ininterrumpida más antigua del mundo. Proporcionan suministros y educación industrial. Centros como Martumili también aseguran las ventas éticas de arte aborigen bajo el Código de Arte Indígena. Esto no solo asegura una comisión justa para los artistas, sino que también garantiza la autenticidad, ya que se sabe que circulan falsificaciones. Esto socava las ventas y se apropia indebidamente de la cultura al mismo tiempo.
Los centros de arte como Martumili contribuyen al continuo surgimiento del arte aborigen contemporáneo. Esto da paso a un renacimiento, una comprensión y un respeto muy necesarios por la cultura de los primeros habitantes de Australia. La conexión que sienten con su tierra y su comprensión de ser parte de la naturaleza, en lugar de estar por encima de ella, es quizás una historia a la que debemos prestar atención.
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