Esta torre propuesta por Sou Fujimoto Architects, que no existe y que parece muy difícil de implementar, sería de 270 metros sobre el agua y estaría formada por 99 piezas individuales en forma de torres, unidas por un fuerte plano horizontal y que se desvanecen gradualmente a medida que descienden; dando la sensación de que todo está flotando en el aire. El diseño se realizó en el marco del concurso «Nuevo Monumento para el Centro» (New City Center Landmark) de Qianhai. Un concurso para un nuevo monumento en la bahía de Qianhai en Shenzhen. Este nuevo proyecto celebraría el reciente y rápido desarrollo urbano de Shenzhen y el distrito de Qianhai.
Según cómo se mire, explican los diseñadores, el proyecto actúa tanto como una enorme torre como una serie de islas conectadas. Este enfoque híbrido forma parte del estudio de la empresa de diseño sobre el aspecto de una torre. “Al ser una y muchas simultáneamente, simboliza el futuro de las sociedades en la era de la diversidad”, describe Sou Fujimoto Architects.
Según los diseñadores, un gran núcleo central sostiene la torre, mientras que enormes cables de tensión, que se asemejan al agua, transfieren el resto de la carga. Esto significa que los elementos estructurales se suman al bello efecto del agua cayendo desde la torre a la bahía. También incluye espacios de exposición, un restaurante, una cafetería y un mirador. Un monumento que sin duda atrae la atención.
Es una propuesta asombrosa, casi increíble y que tiene hasta un lindo significado simbólico respecto a la diversidad, pero ¿qué más aporta? Creo que ya se ha hablado de que estamos en un punto que es obligatorio pensar en una posición más funcional. Proyectos arquitectónicos como estos no solo deberían de ser una atracción turística, también deben de servir un propósito extra; algo que ayude a lograr un cambió. Hemos pasado siglos utilizando materiales y recursos para crear edificios masivos, solo para ganar un titulo, como «el edificio más grande del mundo» en el caso del Burj Khalifa, pero que aportan absolutamente nada a nuestro planeta o ecosistema. Es solo un gran centro comercial.
Creo que el problema con proyectos como el de Sou Fujimoto es que es algo que se esta planteando actualmente, en medio de tantas crisis ecológicas, sin hacer nada más que ser una estructura «bonita»; sabiendo que existen alternativas que tendrían el mismo objetivo pero con mejor impacto. Tomando como ejemplo los bosques verticales que son edificios que cuentan con una estructura para poder sembrar arboles, o los árboles artificiales de unos 50 metros de altura que generan electricidad a través de módulos fotovoltaicos. Se les llaman Súper Arboles. Estos son perfectos ejemplos de proyectos que no solo van a generar un un atributo turístico, también crean un cambio positivo en el ecosistema. Creo que es momento de dejar de alimentar el ego de algunos arquitectos que solo quieren comprobar que pueden lograr obras increíbles pero con cero impacto positivo para los tiempos de crisis que se viven. Es tiempo de integrar el arte y la estética con lo funcional. Crear un bello y mejor futuro.
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