El Gobierno argentino anunció un confinamiento de nueve días, a partir del sábado 22 de mayo, ante el crecimiento exponencial de casos de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).
El anuncio fue realizado por el presidente Alberto Fernández, quien advirtió que el país se encuentra “en el peor momento de la pandemia”, y pidió a la población un nuevo esfuerzo para bajar la circulación a fin de disminuir los contagios y aliviar así la carga del sistema de salud.
“Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia. Estamos teniendo la mayor cantidad de casos y de fallecidos. Debemos asumir seriamente lo crítico de este tiempo y no naturalizar tanta tragedia”, pidió el mandatario en un mensaje difundido a través de la cadena oficial de radio y televisión.
Fernández dijo que se restringirá la circulación en todas las zonas del país que se encuadren en “Alto riesgo” o en “Alarma epidemiológica” desde las 00:00 hora local del sábado 22 de mayo hasta el domingo 30 de mayo inclusive.
La medida rige para la mayor parte de Argentina, como el Área Metropolitana de Buenos Aires, conglomerado urbano que aglutina a la capital federal y a 40 municipios contiguos.
Además, quedarán suspendidas durante esos nueve días todas las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial, y sólo estarán habilitados los comercios esenciales, los que trabajen con envío a domicilio y con la modalidad para llevar.
Del mismo modo, sólo se podrá circular en las cercanías del domicilio, entre las 06:00 y las 18:00 hora local, o por razones especialmente autorizadas.
Además, para favorecer la baja de los contagios, se dispondrá que el fin de semana del 5 y el 6 de junio se vuelvan a restringir todas las actividades en las zonas más críticas, de acuerdo con el anuncio presidencial.
Fernández dijo que el Gobierno argentino implementará una serie de medidas adicionales con el objetivo de ayudar a empresas y familias durante los días de confinamiento.
Las medidas incluyen la ampliación por un total de 52.000 millones de pesos (551,73 millones de dólares) del “Programa de Recuperación Productiva” para atender a los sectores que se verán afectados por las restricciones y una inyección de 18.000 millones de pesos (190,98 millones de dólares) para ayuda social a familias de escasos recursos.
Fernández advirtió que “hay ciudades y provincias que hoy tienen su sistema de salud al límite, con hospitales públicos y sanatorios privados que están al borde de no poder dar respuesta”, pero enfatizó que “si se cumplen las medidas, se reducirá el impacto de la segunda ola” de contagios.
También indicó que se está fortaleciendo el proceso de vacunación contra la COVID-19 iniciado el 29 de diciembre pasado.
“En los próximos días contaremos con más de cuatro millones de dosis de vacunas. Hasta hoy siete de cada 10 mayores de 60 años han recibido al menos una dosis de la vacuna. Acelerando la aplicación, en pocas semanas más habremos vacunado a la totalidad de personas en riesgo que optaron por vacunarse”, aseguró el jefe de Estado.
El país sudamericano registró su primer caso de COVID-19 el tres de marzo de 2020 y confirmó hasta el jueves 3.447.044 contagios y 72.699 decesos, mientras lleva aplicadas 10.695.800 vacunas contra la enfermedad.
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