Aunque para algunos no parezca curioso, lo cierto es que muchas personas sufren serios problemas por no poder conciliar el sueño.
Las pesadillas o sueños negativos se caracterizan precisamente por eso, por estar relacionado con episodios malos que provocan miedo y ansiedad.
Suceden con mayor frecuencia en los niños de 3 a 6 años, aunque según expertos en la salud mental pueden presentarse también en adultos solo que de forma más esporádica.
Algunos síntomas
- Una comparación del mundo real y lo imaginario, muchas veces parece vivido.
- Por lo general la trama está relacionada con amenazas
- El sueño lo despierta y puede provocar insomnio.
- Provoca comportamientos adversos a la conducta: como miedo ansiedad, ira, tristeza, entre otras.
- Acelera la temperatura y el ritmo cardiaco
- También, aparece la sudoración.
Las consecuencias
Uno de los riesgos que se corre con las pesadillas es que se conviertan en trastornos frecuentes, porque puede impedir la libre ejecución de las actividades en su día a día.
Asimismo, podría conducir a problemas conductuales en relación al comportamiento con la sociedad. Dificultad para dormir durante la noche y en el día la somnolencia se manifiesta debido al cansancio y fatiga.
Formas de dormir
Las personas que duermen hacia el lado derecho sufren menos pesadillas y tienen más sueños positivos. Eso representa más o menos un 14% de las noches, según estudios realizados.
Por otra parte, los que toman su siesta hacia el lado izquierdo sufren de ese terrible mal en más del 40% de las noches.
El dormir boca abajo puede provocar sueños en los que quien los sufre puede participar de ellos y recordar el día siguiente con facilidad a ello se le conoce como sueños lúcidos.
Si sufre de pesadillas constantes STN les recomienda visitar a un profesional de la salud para que estudie su caso
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