La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de Nicaragua denunció este domingo la detención «ilegal y arbitraria» del profesor Candelario Zamorán Jirón, en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país centroamericano desde abril de 2018.
El profesor fue detenido «ilegalmente» el sábado en la ciudad de Juigalpa, departamento de Chontales (centro), indicó la Alianza Cívica, que fue la contraparte del Gobierno del presidente Daniel Ortega en una fallida mesa de negociación con la que se buscaba una salida pacífica a la crisis, a través de una declaración.
«Su familia no ha podido verlo, ni se les ha informado sobre su integridad física y psíquica ni el por qué fue detenido», sostuvo.
El profesor Zamorán es presidente de la junta directiva de la Alianza Cívica en El Ayote, un municipio de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur.
«Demandamos su liberación inmediata y respeto a su integridad física y psíquica», abogó el bloque opositor, que aseguró que el profesor, durante su traslado a la estación policial, gritaba «¡Viva Nicaragua libre!» y los oficiales lo callaron a golpes.
Por otro lado, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) informó que Carlos Pavón, padre de Richard Pavón, un joven asesinado en el marco de las manifestaciones antigubernamentales, denunció que «fue víctima de hostigamiento por parte de policías».
«Uno de ellos le apuntó con el arma, mientras los demás grababan con celulares», señaló el organismo, que compartió la denuncia con un video sobre lo ocurrido.
El Cenidh condenó «el constante hostigamiento e intimidación en su contra» de Pavón y exigió el respeto a su integridad personal.
Efe intentó conocer la versión de la Policía Nacional ante esas denuncias, sin éxito. Tampoco se han referido públicamente a ellas.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio./EFE.
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