Al menos ocho personas murieron y varias resultaron heridas tras la explosión de una bomba anoche en un bar de la localidad de Beni, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), según confirmaron hoy a Efe fuentes de la sociedad civil.
«Ha sido un kamikaze a quien se le había denegado la entrada al bar, lleno de clientes con motivo de las fiestas de Navidad. Rápidamente, ha activado su bomba justo a la entrada», indicó a Efe por teléfono Kizito Bin Hango, coordinador de la sociedad civil de la zona.
El balance de muertos del ataque, que tuvo lugar en el barrio de Nyamuisi en la comuna de Beya (en el término municipal de Beni), es aún provisional
Inicialmente, se reportaron seis muertes, pero esta mañana el recuento de víctimas mortales aumentó a ocho.
El Gobierno congoleño condenó anoche en un comunicado este acto terroristas y envió sus condolencias a las familias de los afectados.
El ministro congoleño de Prensa y portavoz del Gobierno, Patrick Muyaya, aseguró en ese mensaje que las fuerzas de seguridad están desplegadas en la zona para investigar el ataque y garantizar la seguridad.
Los grupos de la sociedad civil de la zona atribuyen la autoría de este ataque a los rebeldes de las ugandesas Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo insurgente que comete frecuentemente masacres en la zona.
De acuerdo a los últimos datos del Barómetro para la Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), las ADF han matado a más de 2.074 personas en 368 ataques desde 2017 en el noreste de la RDC.
Los objetivos de esta milicia son difusos más allá de una posible vinculación con la organización terrorista Estado Islámico (EI), que en ocasiones se responsabiliza de sus ataques.
Aunque el Grupo de Expertos de la RDC de la ONU no ha hallado pruebas de un apoyo directo del EI a las ADF, Estados Unidos identifica desde marzo pasado a estos rebeldes como «una organización terrorista» afiliada al grupo yihadista.
El pasado 30 de noviembre el Ejército de la RDC y Uganda empezaron una operación conjunta en suelo congoleño para derrotar a esta organización armada.
Este movimiento se produjo después de que las autoridades ugandesas acusasen a las ADF de organizar en noviembre tres atentados suicidas dentro del territorio del vecino país.
En el marco de estas operaciones, el Ejército de uganda anunció ayer que el 24 de diciembre había destruido una de las principales bases del grupo insurgente, el campamento de Kambi Ya Yua.
Desde 1998 el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de los soldados del Ejército, pese a la presencia de la misión de la paz de la ONU (MONUSCO), que tiene desplegados a más de 14.000 efectivos.
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el KST, esta región es campo de batalla de más de un centenar de grupos rebeldes./EFE.
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