Uagadugú– Al menos 20 personas (19 policías y un civil) murieron este domingo en un «ataque terrorista» perpetrado en el norte de Burkina Faso, según informó el ministro burkinés de Seguridad, Maxime Koné.
En declaraciones a la televisión estatal a última hora del domingo, Koné precisó que ese número de fallecidos es todavía provisional.
En un comunicado previo, el Ejército informó de que el ataque ocurrió a primera hora del domingo en la zona de Inata, en la provincia de Soum, ubicada en la región de Sahel, donde un destacamento de la Gendarmería «fue objeto de un ataque terrorista».
El Ejército instó a la población local a la «vigilancia» y a «cooperar plenamente» con las fuerzas de seguridad.
El suceso ocurrió después de que el pasado viernes murieran siete policías y otros cinco resultaran heridos en un ataque de individuos armados en Alkoma, en la provincia de Seno, también en la región de Sahel, blanco habitual de atentados yihadistas.
Burkina Faso sufre ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso de Tambao, al norte del país, que aún sigue desaparecido.
Los ataques se suelen atribuir al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel, afiliada a Al Qaeda, al Grupo de Apoyo al Islam, a los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS).
La región burkinesa más golpeada por la inseguridad es la de Sahel, que comparte frontera con Mali y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas del país desde el verano de 2018.
La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos ascienda ya a 1,4 millones de personas, según datos del Consejo Nacional de Emergencias y Rehabilitación (CONASUR) del Gobierno burkinés.
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