Steve Bannon, exasesor del presidente estadounidense, Donald Trump, y ex jefe de estrategia de la Casa Blanca ha sido acusado de fraude en la recaudación de fondos para el muro entre EE.UU. y México, informa el Departamento de Justicia de EE.UU..
El exasesor del presidente estadounidense es una de las cuarto personas acusadas de estafar a cientos de miles de donantes en el marco de la campaña en línea para la construcción de muro fronterizo.
Los fiscales federales de Manhattan alegan que Bannon, Brian Kolfage, líder de la campaña; Andrew Badolato y Timothy Shea «recibieron cientos de miles de dólares en fondos de donantes de la campaña ‘We Build the Wall’ (‘Construimos el muro’, en español), que cada uno usó de una forma incompatible con las representaciones públicas de la organización».
Para inducir a los residentes a hacer donaciones para la campaña, que fue creada en 2018, Brian Kolfage aseguró al público reiteradamente que «no tomaría un centavo en salario o compensación» y que «el 100 % de los fondos recaudados» serían usados «en la ejecución de nuestra misión y propósito». Por su parte, Steve Bannon definió al equipo de recaudación de fondos como «una organización de voluntarios».
«No solo mentían a los donantes, sino que también planeaban ocultar su malversación de fondos creando facturas falsas y cuentas para lavar donaciones y encubrir sus crímenes, sin mostrar respeto ni a la ley ni a la verdad. Este caso debe servir como advertencia a otros estafadores de que nadie está por encima de la ley, ni siquiera un veterano de guerra discapacitado o un estratega político millonario», ha destacado el fiscal Philip R. Bartlett.
En particular, Kolfage se embolsó encubiertamente para uso personal más de 350.000 dólares en fondos que los donantes habían aportado en el marco de la campaña mientras que Bannon, a través de una organización sin fines de lucro que estaba bajo su control, recibió más de un millón de dólares de la recaudación. Asimismo, Badolato y Shea desarrollaron un esquema para redirigir esos pagos de la campaña a Kolfage a través de una organización sin fines de lucro controlada por Bannon y otra compañía.
Todos ellos han sido acusados de conspiración para cometer fraude electrónico y de conspiración para lavar de dinero, cargos que conllevan una pena máxima de 20 años de prisión cada uno.
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