En 1989 Selena Quintanilla se convirtió en la primera artista latina en ser la imagen de Coca-Cola. Hoy en día, 25 años después de su muerte, la llamada reina del Tex Mex se ha convertido en una leyenda, cuya iconografía es una poderosa herramienta de marketing y un símbolo de poder entre las latinas.
La relación de Coca-Cola con Selena, que se mantuvo hasta su asesinato el 31 de marzo de 1995, hizo historia. Se trató de la primera gran corporación estadounidense en contratar a una latina que representaba la biculturalidad de una sección de la sociedad estadounidense que la mayoría no entendía o consideraba importante.
En esa época, la cantante era la artista estadounidense más popular entre la comunidad latina, principalmente mexicana, con una carrera en ascenso que le había garantizado un disco en inglés, que grababa para el momento de su muerte, y negociaciones con otras marcas nacionales.
Pero a diferencia de otros artistas, cuya llama se va apagando tras su muerte, la de Quintanilla está cada vez más brillante y su nombre, su imagen, su estilo y hasta su firma, se han convertido en poderosas herramientas de ventas.
Para su hermana Suzette Quintanilla, quien es la encargada de manejar la imagen de Selena en la empresa familiar Q Productions, «Selena es un ícono bicultural cada vez más importante».
«Ella representa a una mujer poderosa que es latina, una latina que con sus barreras rompió barreras y soñó en grande”, dijo a Efe.
«Siento que Selena representa muchas cosas hermosas con los que todos, especialmente las mujeres, se pueden identificar», añadió.
MÁS FAMOSA QUE NUNCA
La locura por Selena, que llevó a miles de personas de ascendencia mexicana a llorarla cuando se conoció que había muerto de los balazos que le dio su antigua asistente y presidenta de su club de fans Yolanda Saldívar, fue el trampolín en el que la carrera de Jennifer López agarró impulso, después de que encarnó a la reina del Tex Mex, en la película sobre su vida en 1997.
También inspiró a los padres de Selena Gómez a darle ese nombre a su hija -que había nacido dos años y medio antes de la muerte de la artista- y a Cardi B. el año pasado, quien se vistió inspirada en Selena cuando cantó en el famoso Rodeo de Houston, en el estado estadounidense de Texas.
“»estaba tan nerviosa antes de cantar frente a más de 70.000 personas, pero cuando vi esta foto con esta ropa, que fue la inspiración para (mi canción) ‘Please Me’, me di cuenta de que iba a salir bien», expresó la rapera de padre dominicano apuntando con el dedo a un afiche de Quintanilla en la pared de su camerino.
Fue después de su muerte y de la mano de López que Quintanilla trascendió como símbolo de las latinas de diferentes orígenes.
Deborah Paredez, profesora en Columbia University y autora del libro de 2009 “Selenidad: Selena, Latinos and the Performance of Memory”, explicó a Efe que el catálogo musical de la artista permite que su música resuene entre latinoamericanos de diferentes países.
«Se oyen diferentes ritmos colombianos y caribeños mezclados con la música mexicana», indicó. «Esto ayuda a que su sonido sea universal entre los latinos», explicó.
Su hermano AB Quintanilla, productor de la música de su hermana, así lo dejó ver en una entrevista en 1995: «Nos llaman tejanos y sí, somos de Texas. Pero nuestra música es una fusión de ritmos de México y Suramérica. Es una mezcla de tropical, reggae, cumbia y otros géneros más influencia pop».
Es por es que, en tiempos de fusiones urbanas, Quintanilla fue una pionera y sigue vigente hoy en día, al punto de que Kacey Musgraves, Camila Cabello y JLo han cantado sus canciones en sus últimas giras.
También, en medio de toda esta locura que aún produce la mítica artista, la familia Quintanilla ha anunciado un nuevo disco con mezclas de canciones que Selena grabó de adolescente y que no han visto la luz todavía.
UNA CONEXIÓN QUE TRASCIENDE LA MÚSICA
Lo cierto es que esta magia y atracción ha permeado más allá del inconfundible sonido de Selena. Paredez define, precisamente, la «Selenidad» como el movimiento que los latinos crearon en torno de Quintanilla, que celebra la biculturidad como un valor.
«Pero además representa a los latinos que no dominan el español y que defienden su identidad cultural a pesar de no hablar el idioma», indicó la experta.
«No había artista que se vistiera como ella, especialmente alguien que luciera como nosotras o nos representara», dijo Doris Muñoz, una productora musical que en 2017 organizó el concierto «Selena for Sanctuary» para luchar contra las medidas de inmigración de la Casa Blanca.
«Muchas de nosotras seguimos conectadas con ella porque nos vemos en ella», aseguró Muñoz entonces.
Capitalizando esa conexión, la marca de cosméticos Mac lanzará el próximo 6 de abril su segunda colección de maquillaje inspirada en la artista. La primera se agotó con una velocidad que ni Kylie Jenner ha podido imitar.
Q Productions también oferta decenas de productos -no precisamente musicales- con la imagen de Selena, que van desde gorras de béisbol, camisetas, pantalones, suéteres con capucha, ganchos de cabello y películas, entre otros, que son similares a los que ha sacado en dos oportunidades el gigante Forever21.
Además, Netflix prepara una serie, protagonizada por Christian Serratos (Rosita, en «The Walking Dead»), sobre la vida de la artista, con la aprobación de la familia Quintanilla.
Inicialmente se había hablado de un estreno este año, pero aún se desconoce si la paralización de actividades por la pandemia del coronavirus ha afectado calendarios de producción y posproducción.
El avance en video de la serie ya cuenta con 2,5 millones de visualizaciones en YouTube. EFE
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