Tegucigalpa. La presidenta del Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi), Mayra Falck, informó que han colocado unos 1,500 millones de lempiras en Agrocréditos en el primer semestre de este año.
El Agrocrédito 5.0 Tasa Preferencial es una extensión del programa financiero ya existente conocido como Agrocrédito 8.7. Esta modalidad brinda condiciones de financiamiento más accesibles otorgando un subsidio o aporte de un 3.7% proveniente del gobierno ofreciendo una tasa del 5.0% anual al usuario final (antes era del 8.7%).
El gobierno inyectó unos 2,625 millones de lempiras a la tasa del 5.0% a principios de año.
Consideró Falck que “el punto fundamental es que Banhprovi ha superado todas las metas anteriores en más de 2 mil millones de lempiras y el éxito mayor es el sector Vivienda”.
“Eso no lo podemos desconocer, pues Vivienda también genera mucho empleo. En Agrocrédito se han apoyado muchas cadenas de valor a través de los bancos cooperativas y cajas rurales”, afirmó.
Destacó que “hemos avanzado bastante en el financiamiento de producción para la exportación y para el consumo interno”.
Micro
Reveló que “en el tema Mipyme (Micro, Pequeña y Mediana Empresa estamos buscando el financiamiento para la Micro y separado para la Pyme porque son dos mundos diferentes”.
Reconoció que “eso nos ha ayudado bastante a tener una colocación de más o menos mil millones en ese sector”.
Resaltó que “Banhprovi no ha parado de trabajar durante toda la pandemia y ha desembolsado más recursos el año pasado en relación con el 2019 y el 2021”.
“En este año a julio llevamos más de 2 mil millones de lempiras a lo que tuvimos el año pasado”, afirmó.
“Es decir que en este momento las colocaciones van muy bien y lo que ha facilitado todo eso es que ahora tenemos los fondos de garantía”, afirmó.
“Los fondos de garantía permiten a las personas acceder a nuevos créditos con los certificados de garantía”, según la funcionaria.
Para Falck, “el problema que tenemos en el campo no viene de la pandemia, sino que de años atrás, porque la gente se acostumbró a pedir y no pagar”.
“En ese sentido, quien pide y no paga es mal cliente y cuando uno es mal cliente pues nadie lo quiere”, concluyó.
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