El reciente discurso del presidente de Estados Unidos y la revisión de las políticas del país, así como los comentarios de la Administración de Joe Biden sobre los derechos humanos, ponen en evidencia que Washington tiene la intención de mantener una política «hostil» hacia Corea del Norte, declararon este domingo desde el Ministerio de Exteriores del país asiático.
Un portavoz ministerial acusó a EE.UU. de insultar la dignidad del líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, con sus críticas sobre la situación de los derechos humanos en la nación y aseveró que Pionyang no lo dejará sin respuesta, recoge sus declaraciones la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA).
«Ya hemos dejado claro que contrarrestaremos de forma más rotunda a quien atente contra la dignidad de nuestro mando supremo, que es más valioso que nuestras vidas y que es lo más sagrado para nosotros», declaró el vocero.
En otro comunicado al respecto, el director general del Departamento de Asuntos de EE.UU. del Ministerio de Exteriores norcoreano, Kwon Jong-gun, citó el primer discurso político de Biden ante el Congreso, y subrayó que Pionyang no puede «tolerar» el hecho de que el mandatario estadounidense los trate como una «amenaza severa» para la seguridad del país norteamericano y el resto del mundo.
Biden afirmó que los programas nucleares de Corea del Norte e Irán plantean amenazas que se abordarían mediante «la diplomacia y la disuasión severa». Según Kwon Jong-gun, este enfoque es «un gran error» y «una intromisión en el derecho de autodefensa» de Corea del Norte, que vive «un chantaje nuclear constante» de parte de Washington.
«Si EE.UU. se empeña en tratar las relaciones norcoreano-estadounidenses aferrándose todavía a la anticuada política desde la perspectiva y el punto de vista de la Guerra Fría, se enfrentará en un futuro no lejano a una crisis que irá de mal en peor y estará fuera de control», señaló el alto funcionario del país asiático.
«Ahora que se han esclarecido los puntos clave de la nueva política de EE.UU. sobre Corea del Norte, nos vemos obligados a tomar las medidas correspondientes y EE.UU. se sumergirá en una situación muy severa con el tiempo», concluyó.
- En el marco de la política revisada de Washington hacia Pionyang, Biden apuntó a un nuevo enfoque para presionar a Corea del Norte para que abandone las armas nucleares y los misiles balísticos, señalando que hará uso de la diplomacia pero tampoco buscará un gran acuerdo con Kim Jong-un.
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