El Parlamento español aprobó definitivamente este jueves la ley que despenaliza la eutanasia y regula la ayuda médica para morir como un derecho y una prestación del sistema nacional de salud.
España se convierte en el séptimo país del mundo donde la eutanasia será legal, tras Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Colombia, Canadá y Nueva Zelanda.
Podrán solicitarla los mayores de edad que sufran “una enfermedad grave e incurable” o un “padecimiento grave, crónico e imposibilitante” que afecte a la autonomía y que genere un “sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable”.
Es una ley “muy consensuada” que da “respuesta a unas situaciones de fin de vida” marcadas por “el dolor, el sufrimiento”, expresó a la radio Cadena Ser la portavoz del gobierno español, María Jesús Montero.
Condiciones estrictas
Los interesados, de nacionalidad española o residente legal, debe mostrar ser “capaz y consciente” al hacer la petición. Esta debe formularse por escrito “sin presión externa” y ser repetida quince días más tarde.
El médico siempre podrá rechazarla si considera que no se cumplen los requisitos. Además, debe ser aprobada por otro médico y recibir luz verde de una Comisión de Evaluación. Y cualquier profesional de la salud puede alegar “objeción de conciencia” para negarse a participar en el procedimiento, costeado por la sanidad pública.
Esta regulación ha sido recibida con júbilo por organizaciones que defienden el derecho a morir dignamente, que mantuvieron una lucha de décadas, durante las cuales sonados casos visibilizaron la problemática.
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