Tegucigalpa, 2 de febrero. El economista investigador del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Alejandro Kafati, aseguró que un nuevo confinamiento no sería una salida viable para evitar la propagación del COVID-19.
Durante seis meses se mantuvo un confinamiento en el país en el 2020, esto para mitigar el impacto del COVID-19.
El objetivo de salvar la mayor cantidad de vidas posible se logró, pero se hizo mucho daño a la economía nacional y de las familias en particular.
“Honduras no había estado nunca en un estado económico social tan adverso como el que estamos viviendo en este 2021, más de 8,000 millones de dólares en pérdidas económicas por el cierre a causa de COVID-19 y las tormentas Eta e Iota”, dijo Kafati.
“Miles de micro, pequeñas y medianas empresas cerraron solo en el 2020, producto de la paralización económica y más de 860,000 fueron los hondureños desempleados, por lo que más de 75 por cieno de la población vive en pobreza”, lamentó.
Cierre
Los casos de COVID-19 siguen en aumento, los dos últimos meses se han reportado contagios masivos y muchos decesos por la enfermedad.
En ese sentido, el Colegio Médico de Honduras (CMH) recomendó al Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager) que se decrete un cierre total por tres semanas para detener el contagio.
Kafati es del criterio que “el confinamiento no es una salida para poder evitar la propagación del COVID-19 porque sobre todo perjudica al sector empresarial y a los hondureños en general”.
“El Estado no puede tomar esta salida porque consideramos que es inviable, ya que generaría un caos económico y social a finales de año”, finalizó.
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