Este martes , el ministro chileno del Interior, Rodrigo Delgado, en conjunto con la policía nacional (Carabineros), entregó un balance sobre las infracciones cometidas durante la pandemia del coronavirus en ese país.
Desde abril del año pasado, cuando comenzó la pandemia del nuevo coronavirus, las autoridades chilenas han descubierto 148 fiestas no autorizadas o ilegales, con al menos 2.541 personas detenidas en todo el país.
Dentro del informe dado a conocer por el ministerio del Interior, se destaca que, por lo general, quienes asisten a estas fiestas clandestinas y vulneran los códigos sanitarios impuestos para frenar los contagios son jóvenes entre 14 y 36 años.
El Gobierno chileno ve con preocupación la gran cantidad de fiesteros furtivos, por lo que están empezando a evaluar otras alternativas para sancionar a aquellos que no respetan las medidas sanitarias establecidas, entre ellas, el trabajo comunitario y cuidando a enfermos.
«La ley permite a la persona que, por ejemplo, sean condenada por participar, por ejemplo, en eventos como las fiestas clandestinas, que tengan penas alternativas, como por ejemplo hacer trabajo voluntario. Creo que hay que empezar a pensar en otro tipo de medidas para las personas que sienten cierto desprecio por su salud, pero lo más grave también por la salud de los demás», afirmó Delgado.
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