La ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, dijo el miércoles que su país no está listo para recibir a solicitantes de asilo de Estados Unidos y no los aceptarán hasta que pueda ofrecerles las protecciones y el apoyo necesarios.
El Salvador es uno de los tres gobiernos centroamericanos que en 2019 firmaron acuerdos bilaterales con el gobierno de EE.UU. para que el país norteamericano pudiera enviar a solicitantes de asilo desde su frontera suroeste para solicitar asilo en Guatemala, Honduras o El Salvador.
“No vamos a admitir a ninguna persona que esté en búsqueda de asilo hasta que como país tengamos todas las condiciones y las capacidades técnicas, financieras y humanas para poder dar el mejor trato a estas personas que están buscando asilo en otro país (Estados Unidos) y son enviadas a otro país” dijo Hill Tinoco.
Los llamados Acuerdos de Cooperación de Asilo se encuentran entre las medidas que el gobierno de Estados Unidos ha tomado para cerrar la puerta a los solicitantes de asilo que llegan a su frontera con México.
La canciller quién también aseguró que si bien es cierto han suscrito el acuerdo con Estados Unidos, “tiene una cláusula que dice que equipos técnicos de El Salvador y de Estados Unidos se van a reunir para generar un plan operativo de esta posibilidad para nuestra situación y nuestra capacidad actual”.
Tinoco expresó que su gobierno está a punto de determinar el equipo técnico que se reunirá con sus homólogos estadounidenses para desarrollar un plan sobre cómo podría funcionar.
César Ríos director del Instituto Salvadoreño del Migrante (INSAMI) explicó a The Associated Press que la canciller Tinoco solo ratificó lo que ya había dicho el presidente Nayib Bukele anteriormente.
Bukele admitió a finales del año anterior que su país no “tiene condiciones de asilo” y que él había firmado (el 28 de agosto de 2019) una carta de entendimiento.
“Lo real es que El Salvador no tiene capacidad para recibir solicitantes de asilo, lo real es que El Salvador se está volviendo un peligro para la población migrante y también ahora para los solicitantes de asilo”, señaló Ríos.
Recordó que este país centroamericano es considerado uno de los más violentos del mundo.
A pesar de que la situación ha mejorado, El Salvador, con una población de 6.5 millones de habitantes, cerró el año pasado con 2.398 homicidios, un promedio de 35.8 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, el equivalente a 6.6 por día, según datos oficiales.
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