San Pedro Sula.“Yo sé que suena increíble pero, por 20 años, cada vez que llovía me decía para mí: ‘Otra vez a dormir en cama de agua’. Gracias a Dios eso ya quedó en el pasado, ya nunca volveremos a dormir así”, relató hoy Bernardina Enamorado, una de las damnificadas por las tormentas Eta y Iota en San Pedro Sula que vivía en los bordos del río Blanco y que este fin de semana recibió casa nueva de parte del Gobierno.
Desde hace dos noches, la familia de doña Bernardina, de 47 años, así como otras 50, duermen en su propia casa en el proyecto habitacional en Residencial Las Minas, ubicado en El Progreso (Yoro), a unos 40 kilómetros del lugar de donde, en noviembre pasado, las tormentas arrasaron con sus sueños, sus proyectos y sus ganas de seguir adelante.
“Las lluvias se llevaron todo, incluso el dinero que tenía en una bolsa, con el que iba a comprar la comida de la semana”, recordó la señora.
Doña Bernardina agradeció al Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández porque, además de recibir su casa, de manos de representantes de la Comisión Nacional de Vivienda y Asentamientos Humanos (Convivienda), también recibió alimentos y víveres para cubrir sus necesidades.
Entre las cerca de 300 personas que integran las 51 familias que hoy tienen un hogar digno, destaca el grupo de menores de edad, quienes son los más felices de haber salido de un lugar que les causó tanta desesperación y dolor.
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