El expresidente francés Nicolás Sarkozy calificó de «infamias» las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias que comenzaron a juzgarse este lunes (30.11.2020) contra él en París, mientras su defensa solicitó la anulación del proceso por las «graves e innumerables» irregularidades de la instrucción.
«No reconozco ninguna de las infamias por las que estoy perseguido desde hace seis años», aseguró Sarkozy en su primera declaración en el juicio, poco después de que la presidenta del tribunal enumerara los cargos que pesan contra él. Tras la intervención de Sarkozy, su letrada en este proceso, Jacqueline Laffont, tomó la palabra para solicitar la anulación del proceso por las irregularidades cometidas durante la instrucción, que consideró que dificultó su derecho de defensa.
El juicio comenzó con una semana de retraso por los problemas de salud de otro de los acusados, el exmagistrado Gilbert Azibert. Sarkozy, que se sienta en el banquillo de los acusados junto a Azibert y a su abogado de toda la vida, Thierry Herzog, fue el único de los imputados que se pronunció tras la lectura de los cargos.
El expresidente, podría ser condenado a diez años de cárcel y a un millón de euros de multa, está acusado de corrupción y tráfico de influencias, por haber prometido en 2014 favores a Azibert a cambio de que este entonces magistrado del Supremo intercediera a su favor en otra causa, el llamado «caso Bettencourt», de presunta financiación de su campaña presidencial de 2007. (efe/afp)
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