El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en su homilía dominical dijo que “Dios quiere nuestra felicidad, no solo para después de la muerte, también la felicidad en esta vida, pero que se construye solo en el amor, no el odio, no en intriga, no en mentira, no en manipulaciones políticas sucias, que no deja más que tristeza y angustias, esas no son las bienaventuranzas”.
Seguidamente, se refirió al «Día de los Santos» donde sostuvo que Los Santos fueron como nosotros, pero vivieron en la confianza, y creyeron en la alegría del evangelio.
«No es una alegría barata como la que vende el mercado, sino la alegría de aquel que antes de subir al cielo nos dejó la alegría que nadie puede arrebatar», manifestó.
Añadió, «Jesús en las bienaventuranzas se dirige a las personas que viven en situaciones dolorosas, a los pobres, a los que pasan hambre, los que lloran, pero también los que viven actitudes semejantes al mismo.
“La bienaventuranza son la carta magna de la vida cristiana, del seguimiento de Jesús, de la salvación futura, son los puntos más determinantes con los cuales Jesús ha pretendido una nueva humanidad, son la expresión del nuevo ser humano fundado en Cristo”, externó.
“Jesús quiere proclamar el reino de Dios y quiere enseñarnos a vivir los valores de ese reino, al que Jesús dedica su vida apasionadamente haciendo el bien a todos”, señaló.
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