A raíz de la pandemia de COVID-19 en el mundo han proliferado las ayudas por parte de los gobiernos hacia la población; sin embargo, algunas personas han intentado sacar provecho de ellas, tal como un hombre en Miami, quien ahora enfrenta cargos criminales por fraude bancario por comprar lujos con ese dinero.
David T. Hines, de 29 años, solicitó USD 13.5 millones en préstamos blandos de un programa federal de ayuda para afectados por el nuevo coronavirus en Estados Unidos y en lugar de adquirir un tratamiento para la enfermedad, el joven se compró un Lamborghini, de acuerdo con los reportes de la Fiscalía de Miami.
Por este hecho, Hines fue acusado el 27 de julio por el juez John J. O’Sullivan de fraude bancario, además de haber hecho declaraciones falsas a una institución financiera, así como obtener ganancias de manera ilegal por medio de transacciones bancarias, detallaron las autoridades
De acuerdo con la demanda, el acusado solicitó la cantidad referida a través de los préstamos del Programa de Protección de Nóminas, los cuales se otorgan a las pequeñas empresas afectadas por la emergencia sanitaria de coronavirus a nombre de diferentes compañías.
Para conseguir el dinero, según información de The New York Times, Hines dijo operar cuatro negocios con 70 empleados, además de tener gastos mensuales por USD 4 millones. Al mes de haber hecho la solicitud, el joven recibió tres pagos por USD 3.9 millones, pero no se quedó ahí, pues continuó presentando solicitudes, las cuales totalizaron USD 13.542.741, según las autoridades.
A los pocos días de recibir los fondos, Hines adquirió, el 18 de mayo, un automóvil deportivo Lamborghini Huracan 2020, el cual tiene un valor de USD 318.000, mismo que registró a su nombre y al de una de sus compañías. Además de eso, los estados financieros de Hines también mostraron una ola de gastos, entre los que destacaban joyas de lujo, ropa cara, visitas a resorts en Miami y pagos en sitios web de citas.
“No parece haber ningún propósito comercial para la mayoría, si no todos, de estos gastos”, detalló Bryan Masmela, un inspector postal de Estados Unidos bajo declaración jurada, en donde describió más de una docena de pagos realizados por Hines entre los meses de mayo y junio.
La Fiscalía del Distrito Sur de Florida destacó que en los días y semanas posteriores al desembolso del dinero, Hines no realizó los pagos de nómina correspondientes a los préstamos y, más bien, se dedicó a realizar las compras de lujo.
Por medio de un comunicado, el abogado de Hines, Chad Piotrowski, mencionó que su cliente era “propietario legítimo de negocios que, como millones de estadounidenses, sufrió financieramente durante la pandemia”, además de referir que “está ansioso por contar su versión de la historia cuando llegue el momento”.
No obstante, puntualizó Masmela, los gastos mensuales para las compañías de Hines promediaron alrededor de USD 200.000, una cifra muy por debajo de la cantidad que reclamó en sus solicitudes de préstamo federales.
Además, dos de sus negocios tenía un historial de quejas por parte de clientes inconformes, pues denunciaron que estos establecimientos realizaron “prácticas de cebo y cambios, así como otras actividades engañosas”, dio a conocer el funcionario en su declaración.
Este tipo de créditos federales pueden ser perdonados si las compañías destinan la mayor parte del dinero a la recontratación de los trabajadores con los salarios que tenían antes de la pandemia. Aunque, de no cumplir con esto, podrían devolverse a los dos o cinco años con una tasa de interés inferior al 1 por ciento.
Cabe destacar que ésta no es la primera ocasión en que Hines se ve envuelto en un tema con las autoridades de Florida. En 2018, él y su pareja fueron arrestados por varios cargos, incluido la huida de los oficiales, después de que se les informara sobre un Lamborghini robado.
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