El presidente de Estados Unidos exhortó a los estadounidenses a usar mascarilla para prevenir el contagio del COVID-19 y dijo que hacerlo es un “acto de honor”, un cambio radical respecto a su posición meses antes, cuando el mandatario se burlaba de quienes promovían su uso.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cambió su discurso frente a la pandemia, tras ser acusado de negar la crisis sanitaria en su país, ahora defiende el uso del tapabocas y lo ha llegado a calificar como un gesto “patriótico”.
Este martes, el mandatario dijo que la epidemia de COVID-19 “va a empeorar” antes de que haya una mejora, en un mensaje en la primera rueda de prensa sobre el virus en la Casa Blanca desde mediados de abril.
“Probablemente y desafortunadamente va a empeorar antes de que haya una mejora”, dijo Trump antes de efectuar un llamado a los estadounidenses para que utilicen la mascarilla cuando no sea posible mantener un distanciamiento físico.
“Usen una mascarilla”, indicó el mandatario. “Les puede gustar o no, pero tienen un impacto”.
El de este martes es el segundo mensaje positivo de Trump frente al uso de mascarillas. El lunes, a través de su cuenta de Twitter, el mandatario sorprendió con un trino en el que pedía a los estadounidenses usar tapabocas, algo que considera “patriótico”.
“Estamos unidos en nuestro esfuerzo para vencer el invisible virus de China y muchas personas dicen que es patriótico usar una mascarilla cuando no se puede hacer distanciamiento social”, escribió Trump en su cuenta.
La imagen adjunta, en blanco y negro, muestra a Trump con una mascarilla oscura con el sello presidencial.
“!No hay nadie más patriótico que yo, su presidente favorito!”, sentenció.
La exhortación a que los estadounidenses usen tapabocas se aleja entonces de las constantes burlas contra ese elemento preventivo por parte de Trump.
En marzo, el mandatario dijo a sus asesores que llevar mascarilla podía “dar una imagen de debilidad”, y algunos analistas creían que su reticencia a ponérsela tiene que ver con una idea mal entendida de la masculinidad.
Sin embargo, el mandatario no llegó a respaldar los pedidos de algunos sectores para que el uso de mascarillas en público sea un requisito a nivel nacional.
Las principales autoridades médicas de la nación sostienen que el uso de tapabocas es crucial para detener la enfermedad, que en Estados Unidos continúa expandiéndose de forma alarmante.
En medio de un resurgimiento del virus en los estados del sur y oeste, incluidos algunos que son bastiones electorales republicanos, Trump se ha visto sometido a nuevas presiones para cambiar su discurso en torno a la crisis.
En términos absolutos, EE.UU. sigue siendo el país del mundo más afectado por la pandemia con más de más de 3,8 millones de casos y más de 140.800 fallecidos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
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