Tegucigalpa. El presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) Dante Mossi, sugirió que el comercio regional no debe tener interrupciones.
El funcionario reaccionó de esa manera, luego que Costa Rica cerró las fronteras al transporte centroamericano tras el contagio de unos 31 motoristas positivos por COVID-19.
Los transportistas que llevan mercadería a Costa Rica deben dejar el furgón en la frontera y regresarse con el cabezal.
Un transportista local se encarga de llevar la mercadería hasta su destino dentro del territorio tico.
Los demás países afectados -incluido Honduras- tomaron las medidas recíprocas en contra del transporte costarricense y les cerraron sus fronteras.
Al respecto, Mossi consideró que la situación es muy preocupante “porque una consecuencia que está generando el COVID-19 es el desplome de la economía”.
Lo anterior afecta las «fuentes de empleo y de riqueza», agregó.
Socio
“Nuestro socio más grande es Estados Unidos, pero después el más importante es Centroamérica”, puntualizó.
«Las medidas destinadas a reprimir el comercio regional obviamente van a empeorar la situación», dijo.
“Abogó porque el diálogo entre los países miembros sea renovado y se resuelvan las diferencias”, sugirió Mossi.
Lamentó que eso afectará a toda la población de la región centroamericana, «pues esto no ayuda en absoluto, se profundizará la crisis y la pobreza, por lo que espero que los países logren dialogar”, insistió.
“El comercio es la tabla de salvación para todos los centroamericanos y por eso el mismo no se debe detener”, reiteró.
COMENTARIOS