TEGUCIGALPA, HONDURAS
Miles de hondureños, unidos por la fe, tomaron las calles de las principales ciudades del país y en el extranjero este sábado en una multitudinaria «Caminata de Oración» convocada por las iglesias Católica y Evangélica para clamar por la paz, la democracia y la transparencia en el proceso electoral.
La movilización, que se llevó a cabo simultáneamente en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choluteca y La Ceiba, así como en Comayagua y Gracias, Lempira, atrajo a una gran cantidad de ciudadanos vestidos de blanco y azul. Los participantes marcharon con la bandera nacional en mano y pancartas con mensajes bíblicos, exigiendo respeto por las instituciones y el calendario electoral.
La convocatoria no se limitó a las fronteras de Honduras. Comunidades de migrantes hondureños en ciudades de Estados Unidos y en Madrid y Barcelona, España, se unieron a la manifestación pacífica, mostrando un deseo unificado por la estabilidad de su país.
La marcha fue encabezada por líderes religiosos, incluyendo al obispo de Tegucigalpa, Monseñor José Vicente Nácher Tatay, y al presidente de la Confraternidad Evangélica, Gerardo Irías. La movilización ocurre en un momento de alta tensión política, con el proceso electoral para los comicios del 30 de noviembre enfrentando retrasos y, según los organizadores, interferencias del Ministerio Público, el Congreso Nacional y el Poder Ejecutivo en la independencia del Consejo Nacional Electoral (CNE).
“Estamos por Honduras, por su democracia, por la libertad,” coreaban los manifestantes, muchos de ellos miembros de organizaciones gremiales que se sumaron al llamado de las iglesias.
La jornada de hoy subraya el profundo anhelo de los hondureños por unas elecciones transparentes y libres de injerencias, en una nación donde la pobreza afecta a más del 65% de la población y la estabilidad democrática se considera crucial para el futuro.
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