TEGUCIGALPA, HONDURAS
En un giro significativo de la política hondureña, este lunes se anunció la conformación del «Frente Defensa y Democracia», una alianza estratégica de cuatro partidos políticos opositores que buscan salvaguardar la transparencia y la democracia de cara a las elecciones generales del próximo 30 de noviembre. Este bloque está integrado por el Partido Nacional, el Partido Liberal, el Partido Demócrata Cristiano (DC) y el Partido de Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD).
El evento de lanzamiento congregó a figuras prominentes de estas formaciones. Estuvieron presentes los candidatos presidenciales Nasry Asfura (Partido Nacional) y Nelson Ávila (Pinu-SD), acompañados por Vera Sofía Rubí, en representación del Partido Liberal, y Godofredo Fajardo, del Partido Demócrata Cristiano.
El objetivo central de esta coalición, según sus integrantes, es contrarrestar lo que perciben como una amenaza a la estabilidad democrática y al proceso electoral por parte del partido gobernante, Libertad y Refundación (Libre).
Vera Sofía Rubí, del Partido Liberal, fue enfática al denunciar que el objetivo de Libre es «llevar al traste» la democracia hondureña, sumergiendo a la población en «conflictos, confrontaciones y una agonía electoral». Cuestionó la supuesta estrategia de Libre de generar contradicciones diarias para agotar los tiempos y así retrasar la contratación de las empresas encargadas del sistema de transmisión de resultados electorales preliminares (TREP). Rubí advirtió que las «provocaciones» de Libre podrían conducir a una «confrontación innecesaria», sugiriendo que el partido en el poder no desea la realización de elecciones generales.
Por su parte, Nelson Ávila, presidenciable del Pinu-SD, calificó el momento como «estelar», subrayando la anormalidad de que la democracia se pierda en un proceso electoral y la urgencia de construir la unidad nacional. Ávila propuso la implementación de un sistema electrónico en el CNE para evitar fraudes, estimando su costo en 18 millones de dólares. Además, denunció la existencia de un plan para «debilitar al Congreso Nacional, CNE y demás instituciones» con el fin de propiciar un «autogolpe» e instalar una Asamblea Constituyente.
Godofredo Fajardo, presidente del Partido DC, describió el lunes como un «lunes negro» para Honduras, aludiendo no solo a la situación interna sino también a la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) y a la reciente toma de las instalaciones del CNE por colectivos de Libre, que impidieron la recepción de ofertas para el sistema TREP. Atribuyó esta última acción a «instrucciones» del expresidente Manuel Zelaya Rosales, y no directamente al consejero Marlon Ochoa, a quien instó a «apoyar la democracia» y no «boicotearla», criticando que esté «calcando los modelos de Venezuela, Cuba y Nicaragua».
Finalmente, Nasry Asfura, el presidenciable del Partido Nacional, aclaró que esta alianza no es un tema de bipartidismo, sino de «partidos políticos que están luchando por la democracia y la libertad» del país. Condenó enérgicamente la imposibilidad de que las empresas presentaran sus ofertas para el sistema TREP debido a las tomas del CNE. Asfura enfatizó la importancia de respetar la Ley Electoral y sus mecanismos de verificación como el único camino para llegar al 30 de noviembre con un proceso democrático legítimo.
El «Frente Defensa y Democracia» se posiciona así como un actor clave en la política hondureña, prometiendo una férrea vigilancia sobre el proceso electoral en los meses venideros y elevando el tono del debate político en el país.


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