TEGUCIGALPA, HONDURAS
El fiscal general de Honduras, Johel Zelaya, utilizó su cuenta en la red social X para reflexionar sobre los efectos devastadores de la corrupción en el país y reafirmar su compromiso en la lucha contra este flagelo que, según sus palabras, «ha despojado al pueblo hondureño de lo que por derecho le corresponde: salud, educación, viviendas y una infraestructura digna».
La afirmación del fiscal contrasta con los reclamos de la sociedad civil y sectores de la oposición que exigen se investiguen a los involucrados en un narcovideo, conocido públicamente en agosto pasado gracias a una publicación del sitio especializado en crimen organizado Insight Crime, donde políticos del primer anillo del poder del partido oficialista Libre, entre ellos el cuñado de la presidenta Xiomara Castro y entonces diputado y secretario del Congreso Nacional, pactaban con capos del narcotráfico, la entrega de millonarios fondos para la campaña del partido Libre, ahora en el poder.
En su mensaje, Zelaya destacó que la corrupción no solo implica la pérdida de recursos esenciales, sino que también fragmenta a la sociedad y amenaza el bienestar de las familias hondureñas. «Mientras los responsables se han refugiado en la impunidad, el Ministerio Público, de manera independiente, trabaja con firmeza y sin descanso», afirmó, dejando claro que el ente que lidera no descansará hasta hacer justicia sin importar quién esté involucrado en estos actos.
El fiscal señaló que la corrupción ha sido un factor determinante en la crisis de los servicios básicos del país y llamó a la unidad para enfrentar este problema estructural.
A renglón seguido aseguró que su compromiso de combatir este mal es «inquebrantable» y que continuará trabajando para que cada daño causado al pueblo hondureño sea reparado.
El pronunciamiento ocurre en el marco del Día Internacional contra la Corrupción, una fecha proclamada por las Naciones Unidas para sensibilizar sobre la importancia de erradicar este problema que afecta a múltiples países en todo el mundo. En Honduras, el mensaje del fiscal general resuena en medio de crecientes demandas de transparencia y justicia por parte de la ciudadanía.
El Ministerio Público ha enfrentado retos significativos en su labor contra la corrupción, incluyendo presiones políticas y cuestionamientos sobre su independencia. Sin embargo, Zelaya reiteró que la institución mantiene su compromiso de trabajar «sin descanso”.
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