TEGUCIGALPA, HONDURAS
El último padrino de la Cosa Nostra, la mafia siciliana, Matteo Messina Denaro, se encuentra en condiciones graves de la salud por un empeoramiento del cáncer de colon que padece y por el que está recibiendo tratamiento médico en prisión, mientras cumple cadena perpetua.
El capo, de 61 años, ha salido varias veces en las últimas semanas de la cárcel de alta seguridad de L’Aquila (centro de Italia) para ingresar en un hospital, y sólo se alimenta con suplementos, indicó su abogado a los medios locales al informar sobre el cuadro clínico agravado.
Su detención, el pasado 16 de enero, causó un fuerte impacto en Italia, ya que Messina Denaro era el criminal más buscado del país y permanecía prófugo de la Justicia desde hacía 30 años.
Autor de numerosos asesinatos y atentados, fue detenido cuando acudía a una clínica privada de Palermo (capital de la isla de Sicilia) para recibir tratamiento médico por el cáncer; tras su arresto, se descubrió que se había escondido los últimos años en la localidad siciliana de Campobello di Mazzara (sur), cerca de su pueblo natal, Castelvetrano.
El criminal había sido sentenciado en 2020 por ser uno de los responsables e instigadores de los atentados que conmocionaron a Italia en los años noventa.
En julio pasado, el Tribunal de Apelaciones de Caltanissetta, en Sicilia, confirmó la cadena perpetua, coincidiendo con el aniversario de los atentados que mataron en 1992 a los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. Durante la audiencia renunció a conectarse por videoconferencia desde prisión.
También había sido condenado como prófugo a cadena perpetua por una serie de atentados organizados durante 1993 en Florencia, Roma y Milán, en los que murieron diez personas.
De hecho, su figura está rodeada de un enorme misterio, ya que durante sus tres décadas como fugitivo, Messina Denaro llevó una vida normal, cerca de su pueblo natal, con varios apartamentos en los que fueron localizados objetos de lujo, cartas de algunas amantes, y sus vecinos afirmaban que solía consumir en los negocios cercanos, como un vecino más.
Tras su detención también cayó la supuesta red de colaboradores que le permitieron llevar ese estilo de vida en Sicilia con una identidad falsa.
Entre estos están su hermana Rosalía; su chófer, Giovanni Luppino; el médico de Campobello di Mazara, Alfonso Tumbarello, o un matrimonio que le ayudó a esconderse, Emanuele Bonafede y Lorena Ninfa Lanceri.
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