TEGUCIGALPA, HONDURAS
En 2020, los suburbios estadounidenses se convirtieron en un inesperado aliado del presidente Joe Biden al darle la victoria en varias circunscripciones clave; en 2022, muchos temen que se conviertan en una tumba para los demócratas.
A pocas horas de que se conozcan los resultados de las elecciones legislativas de medio mandato, los republicanos tienen al alcance de las manos el control de la Cámara de Representantes y tal vez incluso del Senado, gracias en buena parte a votaciones que tienen lugar en los suburbios de estados como Georgia, Pensilvania o Nevada.
En Pensilvania, de hecho, se libra una de las competiciones más reñidas del Senado: la que disputan el idiosincrático e indescriptible progresista John Fetterman y el popular médico televisivo «trumpista» Mehmet Oz.
Aunque un escaño parezca poca cosa, en la Cámara Alta la trascendencia es máxima. A día de hoy, los demócratas tienen una ajustadísima mayoría técnica -el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris-, algo que los conservadores solo necesitan un representante más para cambiar.
LEJOS DE TRUMP
En Pensilvania, muchos votantes de los suburbios de Filadelfia, la ciudad más poblada del estado, se pasaron a los demócratas después de 2016, al ganar Donald Trump las elecciones presidenciales, repelidos por sus exabrutpos y declaraciones racistas.
La tendencia se ha repetido en varios suburbios del país, donde habitualmente reside la gente con educación universitaria que trabaja en las grandes ciudades.
Sin embargo, hoy por hoy, el resultado de la pugna entre Fetterman y Oz continúa siendo uno de los mayores misterios de la jornada electoral, y muchos republicanos tienen sus esperanzas puestas en que se revierta esa tendencia demócrata de los suburbios.
Las encuestas les dan la razón: según un reciente estudio publicado por The Wall Street Journal, las mujeres blancas que viven en los suburbios han pasado a preferir mayoritariamente a representantes republicanos, motivadas sobre todo por el estado de la economía, el asunto que ha copado el debate electoral.
LOS SUBURBIOS DE VIRGINIA
Este viraje conservador en los suburbios fue lo que le dio la victoria, en el estado de Virginia en 2021, al gobernador republicano Glenn Youngkin, que arrasó en varias circunscripciones que apenas un año antes habían votado a Biden.
Su estrategia: unir a los fervientes seguidores del expresidente Trump con los votantes más moderados que residen en los suburbios, preocupados de asuntos como las políticas identitarias en las escuelas o las guerras culturales.
Si bien el puesto de Youngkin no está en juego este 8 de noviembre, varios escaños clave en la Cámara Baja dependerán en gran medida de los votantes de los suburbios de Virginia, como en el distrito 2, que incluye la localidad de Virginia Beach, o el 5, donde el gobernador republicano se impuso con autoridad el año pasado.
Un paseo por el centro de votación anticipada de Fauquier County, en Virginia, (distrito 5) da una idea de las prioridades de votantes suburbanos demócratas y republicanos en media docena de entrevistas a pie de urna.
Para los progresistas, las ideas más repetidas fueron las de luchar contra la deriva autoritaria de los conservadores y salvaguardar el derecho al aborto.
Es el caso de Scott, que votará demócrata porque «la democracia es más importante que la inflación».
Kate, por su parte, cree que salvaguardar el acceso a los cuidados reproductivos es la cuestión clave de los comicios, por lo que también votará a los progresistas.
En el caso de los votantes republicanos, sin embargo, todos citaron la situación económica y en particular la alta inflación como razón para inclinarse hacia la derecha.
Así lo apuntó Mark, para quien los demócratas han sido unos pésimos gestores de la buena situación económica lograda durante la presidencia de Trump.
LOS TEMAS DE LA CAMPAÑA
La batalla por los suburbios recorre todos los problemas y reclamos del país: las preocupaciones económicas, la inseguridad ciudadana, la frontera, el aborto, el futuro de la democracia…
En Colorado, un condado poblado en un 40 % por latinos será clave para determinar un escaño de la cámara de Representantes, lo que dará una idea de la influencia del Partido Demócrata sobre los electores hispanos en un momento en que los conservadores presumen de haberse ganado su voto.
Algo similar ocurrirá en varios distritos de Texas, donde los votantes latinos serán clave para decidir la nueva composición de la Cámara de Representantes.
LOS SUBURBIOS DE MARYLAND
En Maryland, donde viven muchos de los que trabajan en las instituciones que tienen su sede en la capital estadounidense, Washington, la situación es bien diferente: los demócratas van camino de conseguir ansiadas victorias que, además, tendrán un perfil histórico.
El veterano de la guerra de Afganistán Wes Moore va camino de convertirse en el primer gobernador afroamericano del estado, mientras que su compañera electoral, Aruna Miller, sería la primera mujer de ascendencia asiática en ocupar el puesto de vicegobernadora.
Un paseo por las calles de Silver Spring, un suburbio de Maryland cercano a la capital estadounidense, arroja una visión muy diferente del votante medio a la de Virginia. Aquí la mayoría se reconoce demócrata y preocupado por la deriva antidemocrática del Partido Republicano.
Aun así, no faltan los votantes preocupados por la economía o por el aumento del crimen y la inseguridad, que hace que mujeres como Grace o Samantha, ambas de edad avanzada, se planteen votar republicano al menos en las elecciones a fiscal general del estado.
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