Tegucigalpa, Honduras. La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), en asamblea plenaria, hace un importante llamado a la clase política que está al frente del país, esto al cumplirse los primeros seis meses de gobierno.
Los líderes religiosos son directos al decir que «no se puede gobernar con mediocridad y sectarismo. La democracia se construye con demócratas. Como personas de fe, exhortamos al pueblo a orar, para que sea el Espíritu Santo y no el partidismo sectario, quien ilumine a nuestros Legisladores que deben tomar esas decisiones tan trascendentales».
Los miembros de la institución religiosa puntualizaron en torno a la problemática histórica y que pareciera no tener fin en Honduras comenzando por la situación migratoria. «Estos problemas crónicos están produciendo una pérdida de esperanza en la población hondureña y están siendo la raíz de la migración, principalmente entre los jóvenes», expresa el escrito.
Por otra parte, menciona que hay un cierto grado de inconformidad en los primeros meses del nuevo Gobierno y son directos al manifestar que la corrupción y la impunidad, aún están dejando sombras que podrían frustrar las legítimas expectativas del electorado que votó por un cambio necesario. «El país es de todos, y no de un determinado grupo. Por eso, el revanchismo político, la polarización y la búsqueda de intereses particulares y partidistas dañan seriamente la auténtica democracia”.
El episcopado hondureño sugiere, para el bienestar de una nación, que se pueda elegir a nuevas autoridades impartidoras de justicia que sean coherentes y, sobre todo, que respeten el derecho de los hondureños a tener una Corte Suprema de Justicia (CSJ) y un Ministerio Público (MP), al servicio del pueblo y no a los intereses particulares. «La elección de la nueva CSJ y del Fiscal General del Estado, constituye un punto culminante y decisivo para el futuro de Honduras. No se debe ceder a la tentación de seguir con más de lo mismo».
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