El Fondo Monetario Internacional (FMI) sugirió este jueves la posibilidad de que Rusia entre en bancarrota a causa de las sanciones económicas impuestas por el resto de países por su invasión de Ucrania, y alertó de que la economía rusa ya se está contrayendo y se aboca a una recesión profunda.
«La bancarrota de Rusia ya no es un evento improbable», dijo la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, en un encuentro digital con periodistas para tratar las implicaciones financieras de la guerra en Ucrania.
Georgieva apuntó que lo que determinará cuán fuerte será la recesión en Rusia será la duración de la guerra y de las sanciones, así como la posibilidad de que estas se endurezcan más y afecten a las exportaciones de energía.
La directora gerente del Fondo explicó que la oficina del ente en Moscú está cerrada, que el FMI no tiene actualmente ninguna operación en marcha con Rusia y que los fondos de reserva de los que Rusia dispone en el organismo son prácticamente inaccesibles para el país precisamente a causa de las sanciones de otros países.
En lo relativo a una hipotética expulsión de Rusia del FMI, Georgieva explicó que la única vía que contemplan los estatutos de la institución para expulsar a un miembro es la violación de sus obligaciones financieras, algo que los rusos no han hecho hasta la fecha y que por tanto ese es un escenario que el Fondo no contempla.
El Fondo celebró este encuentro un día después de que su junta ejecutiva aprobara el desembolso de 1.400 millones de dólares en ayuda de emergencia a Ucrania, y advirtiera de que la guerra provocará una «profunda recesión» en el país.
La cantidad aprobada por el Fondo encaja con la solicitada por el Gobierno ucraniano, y servirá para «mitigar el impacto económico» de la guerra iniciada por Rusia, indicó el FMI el miércoles en un comunicado en el que Georgieva admitía que las necesidades de financiación de Ucrania son «grandes, urgentes» y pueden crecer.
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