El presidente Joe Biden nominó este viernes a la jueza federal de apelaciones Ketanji Brown Jackson para que se convierta en la primera mujer afroamericana en la Corte Suprema de Estados Unidos, en un proceso que ahora pasará por un duro proceso de confirmación en un Senado extramadamente divido.
Biden eligió a Jackson, de 51 años, para un trabajo de por vida en el máximo órgano judicial de la nación para suceder al juez liberal retirado Stephen Breyer, cumpliendo una promesa de campaña que hizo hace dos años para hacer el nombramiento histórico.
De las 115 personas que alguna vez han servido en la Corte Suprema, todos menos tres han sido blancos, solo dos han sido afroamericanos y ambos eran hombres.
“Es hora de que tengamos una Corte que refleje todo el talento y la grandeza de nuestra nación”, dijo Biden en un evento en la Casa Blanca con su candidato a su lado.
Biden expresó que durante mucho tiempo el gobierno y sus tribunales no se han “parecido a Estados Unidos”.
Biden calificó a Jackson como una “constructora de consenso probada” y una “jurista distinguida”.
“Durante este proceso busqué a alguien como el juez Breyer, que tiene una comprensión pragmática de que la ley debe funcionar para el pueblo estadounidense”, agregó.
El mandatario hizo un llamado al Senado para que se mueva rápidamente para confirmarla.
Biden, quien asumió el cargo el año pasado, está cayendo en las encuestas de opinión, con el 43% de los adultos estadounidenses aprobando su desempeño laboral en una encuesta de Reuters/Ipsos.
Cualquier beneficio político para Biden con la histórica nominación podría verse diluido por la crisis internacional provocada por la invasión de Rusia a Ucrania.
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