Tegucigalpa, Honduras. La madrugada de este día falleció el destacado empresario y artista hondureño José Francisco Saybe, al interior de su vivienda en San Pedro Sula (SPS), Cortés, zona norte de Honduras.
Según sus familiares esta madrugada lo visitaron en su habitación para darle un medicamento; pero lamentablemente horas después fue encontrado sin vida.
Al no observar respuesta de Saybe sus parientes lo trasladaron de forma inmediata a la sala de emergencia de un hospital privado de la ciudad en donde confirmaron su muerte.
Su vida
José Francisco Saybe nació en la ciudad puerto de La Ceiba el 30 de mayo de 1936, tenía 85 años de edad y es del signo zodiacal Géminis. Sus padres fueron Neyun Handal y Francisco José Saybe.
Sus estudios de Bachillerato los realizó en el Instituto “Salesiano San Miguel” y posteriormente se graduó de ingeniero civil en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en 1957; también, es importante mencionar que en ambas instituciones alcanzó diplomas de excelencia académica.
Durante parte de su vida residió en la ciudad de SPS, en la que le apostó al arte y la cultura, pero sobre todo al teatro. Tanta fue su pasión por esa incomparable forma de expresión de arte que sus admiradores lo observaban como «una leyenda». La mayoría lo llaman simplemente don chico por su humildad y respeto con las personas, desde la más alta personalidad hasta el mas humilde ciudadano.
El teatro
Saybe fue director y fundador del “Círculo Teatral Sampedrano”, que cumple 53 años este 2022. Además, realizo casi tres décadas de trabajo en la fundación Cultural de San Pedro Sula.
En el 2011 recibió el premio a la Identidad Nacional. Asimismo, en el 2016 obtuvo un reconoció por la «Asociación Valmoral» con el valor de la integridad.
Fue presidente y director de Saybe y Asociados, una de las principales empresas de ingeniería civil en Honduras desde hace más de 40 años. Se desempeñó como miembro de la junta directiva del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras y estuvo de cónsul honorario en la República de Uruguay por un periodo de 22 años.
Esos son algunos de los principales logros de esa «leyenda» del teatro que hoy descansa en paz y que deja un gran legado.
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